sábado, 28 de marzo de 2009

Crisis: ¿fuente de oportunidades? El caso chino

Se ha hablado a menudo en los últimos tiempos acerca del ideograma chino para nuestra palabra "crisis". Nosotros solemos asociar directamente la palabra crisis con empobrecimiento, catástrofes varias, destrucción de empleo y desaparición de empresas...
Los chinos son raros a nuestro entender, quizás porque no piensan de la misma manera. Esto se ve en su ideograma: la expresión crisis estaría compuesta de la unión de los ideogramas utilizados para las palabras "peligro" y "oportunidad". O sea, que en toda crisis hay fuentes de peligro, amenazas, y hay posibilidades de éxito, oportunidades. Todo esto ya lo pensaron formalmente los que idearon eso de la matriz DAFO (SWOT en inglés), pues toda empresa (y toda persona) se enfrenta siempre a oportunidades sabiendo explotar sus puntos fuertes, y a amenazas como consecuencia de sus puntos débiles.
Schumpeter, hace ya tiempo, habló de la destrucción creadora, un oxímoron muy real, no como los de los poetas, tipo "un silencio atronador". Él constataba que todo progreso tecnológico y productivo destruye empleos, incluso sectores económicos, para dar paso a la creación de otros, que quizás creen aún más empleo y riqueza. Lo malo está en los que no se sepan adaptar a esas nuevas condiciones del mercado. Por ejemplo, el móvil acabó prácticamente con el "busca", pero no hay duda del mayor impacto productivo del primero, sobre todo, pensando en España, a raíz de aquel famoso "Hola, soy Edu, ¡Feliz Navidad!".
En China están aprendiendo a marchas forzadas eso del capitalismo, y son alumnos aventajados, tanto que dentro de poco nos van "a comer el arroz". A ellos la crisis también les está afectando, pero las medidas que van a tomar contra ella son mucho más sabias, pues piensan en el largo plazo.
Uno de los problemas de nuestros políticos es el cortoplacismo: hay que dar respuestas que tengan una visibilidad en menos de tres años, porque en cuatro vuelve a haber elecciones, y si no he conseguido resultados ya ya, pues a la oposición y sin coche oficial, con lo que eso duele. En China, quizás por el hecho de que las elecciones son una entelequia, al haber un partido único, no temen tomar medidas que quizás no rindan efectos inmediatos, pero que son la garantía del éxito a medio y largo plazo.
Recomiendo la lectura del artículo "La crisis brinda oportunidades" de Keith Bradsher para el New York Times (escrito desde Guangzhou, "a pie de obra"), publicado en España por El País: http://www.nytimes.com/2009/03/17/business/worldbusiness/17compete.html?_r=1
Los chinos han decidido convertir la crisis económica (el "downturn") en una ventaja competitiva. Nada de dinero a los bancos que no se sabe dónde acabará; nada de ayudas a la compra de vehículos, que a lo mejor están fabricados en otros países. Su plan de estímulo, de casi 600.000 millones de dólares (los 600 billion americanos), busca hacer a sus empresas más competitivas en los mercados nacionales e internacionales, reconvertir a los trabajadores emigrantes a una escala inmensa, aumentar rápidamente las subvenciones para I+D, construcción de nuevas infraestructuras que reduzcan los costes de transporte... Todo, buscando mejorar la competitividad a largo plazo. O sea, como en España, la U.E. y EE.UU., pero al revés. Empiezan la casa por los cimientos. Listos, estos chinos...

10 comentarios:

  1. Estimado Profe, los chinos son raros a nuestro entender, pero nosotros somos muy, muy raros al suyo.
    China, escrito en su ideograma, es el centro de la tierra. Esto quiere decir que el resto somos adyacentes (¿Le extraña, profesor, que los raros seamos nosotros y no ellos?)Porque así es como nos ven, es curioso.
    Lo he contado en mi blog, creo pero, cuando en un Aeropuerto remoto de la China más profunda alguien se acerca a usted y sin haber sido presentados le saluda sabiendo quien es, quiere decir que, posiblemente, el único diferente, es usted.
    En China piensan a largo plazo, además de contar con esa "ventaja añadida" que da el saber que hasta que se mueran, si no les pillan con muchos focos con la mano en la caja, continuarán mandando los mismos. Y eso les permite diseñar políticas no cortoplacistas, aunque se olviden del 60% de la población, más pobre que las ratas. Pero ese 60%, no sale en los periódicos, donde sí salen las medidas cortoplacistas de Zapatero y compañía
    ¿Resultará ahora que la culpa la tienen los periodistas?

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  2. Somos raros para los chinos, ellos para nosotros. Ergo somos diferentes, seguramente. Eso hace que nunca veas a un chino en España de vinos, en el cine... Se dedican a trabajar de sol a sol, salvo alguna estancia en las tragaperras. Su afán de superación sobresale muy por encima del nuestro. Todavía ayer se quejaba un indigente leonés de que, con la crisis, en la puerta de la Colegiata de San Isidoro ahora sólo le caen 10 euros al día, en cómodos plazos, cuando antes solía sacar (sic) "entre 60 y 70 euros diarios". O sea, que ganaba un sueldo de clase media acomodada (salvo para una gran ciudad) y seguía en la puerta de San Isidoro. Eso se lo dan a un chino durante 6 meses y ya tiene montado un negocio.
    El olvido del 60% de la población es habitual. Normalmente, la gente que habita en zonas rurales o en la montaña es transparente. Es como la gente de barrios periféricos de las ciudades. Vas al centro de una ciudad y siempre andan cambiando las aceras, asfalto, mobiliario urbano... Te trasladas a la periferia, y reconoces los mismos bancos desvencijados que acostumbraste a ver hace más de 30 años.
    Los políticos, evidentemente, utilizan la prensa para sus cometidos (cuando no mandan en ella directamente, como Berlusconi). Cada uno intenta tener sus medios afines. Por eso es interesante leer al menos dos periódicos de dos tendencias. Lees El País y El Mundo, y te hablan de dos mundos paralelos, no parece el mismo país. Las noticias que unos destacan, otros las ocultan, y viceversa. Y un titular para la misma noticia parace escrito por una persona con trastorno bipolar. O sea que algo de culpa tienen, no ya los periodistas, que luchan por ganarse el jornal y aceptan seguir la línea editorial que manda la empresa, sino los que dirigen los medios.
    Con respecto a que tú (a ver si nos tuteamos... ;-)) seas el raro al llegar a un aeropuerto de la China profunda, no me extraña, con lo abiertos que llevas los ojos, a pesar del jet lag. Pero es evidente que nuestra forma de ser es muy distinta. Dicen en la Isla Reunión: "Nos étés sont vos hivers et nos hivers sont vos étés", o sea, que siempre puede haber algo que nos haga estar patas arriba mientras otros están patas abajo. Y como esto siga así, en 20 años, China va a estar volando y nosotros en el subsuelo.

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  3. China ya está volando. Su economía ha adelantado a la Alemana. El problema es que nosotros pensamos que solo sirven para los todo a 100, y han puesto astronautas en el espacio, tienen un montón de satélites con tecnología propia o sus equipamientos de telecomunicaciones nada tienen que envidiar a los americanos. Eso sí, sin hacer mucho ruido, no sea que otros se enteren de que existen
    El ruido cuando algo les interese, y entonces ya no hay vuelta atrás
    ¿Te suena la invasión del Tibet? ¿Y la repoblación del mismo con millones de pobladores Han?
    Pues eso

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  4. Y a propósito, ¿Podrias quitar la verificación de palabra?
    En estos tiempos de economia de recursos me parece un derroche innecesario ;-)
    Si te empiezan a bombardear con comentarios, la pones otra vez y Santas Pascuas
    ¿No te parece?

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  5. Totalmente de acuerdo con el comentario de Jevy sobre los periódicos. Una ventaja que tuvimos nosotros, de la que no todo el mundo ha gozado y por tanto no tienen esa capacidad de objetividad, es el haber vivido en el Colegio Mayor, donde cada día, si tenías tiempo, te podías leer todos los periódicos, y quiero decir todos. Yo he de confesar que de los deportivos pasaba...
    Un dato que conocí hace poco y que me resultó sorprendente es que el peso de las exportaciones representan un porcentaje relativamente pequeño en el PIB chino. Es decir, que esa idea que teníamos muchos de que el milagro chino se debe a ser el productor de todas esas cosas que ahora son "made in China", no obedece tanto a la realidad. La mejor prueba es que el "downturn" internacional no ha afectado tanto a la economía china, algo si claro, y ésta sigue creciendo a un ritmo de entorno al 7%.
    Yo calculo que para final de 2010 China será ya de hecho la primera economía mundial. Y no hay otra...
    Pero ojito con las conclusiones reduccionistas sobre una economía a la que no "estorban" las servidumbres de la democracia. Yo no quiero renunciar a mi derecho de poder darle la patada a un gobierno que no tenga ni p... idea de lo que hace en el plano económico (como es el caso by the way...).

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  6. O.K. con lo de la verificación de palabra. Cuando haya millones de chinos opinando, supongo que tendré que volver a ponerla.
    China sólo corre un peligro (que para otros sería una oportunidad): que en algún momento haya una vacilación, que hay una revuelta un poc más coordinada que la de Tiannammen, y como caiga el gobierno el país se puede hundir aún más que la extinta U.R.S.S., dividiéndose en múltiples repúblicas. No es descartable.
    Lo del Tibet tampoco es tan anormal. Lo hicimos aquí en la reconquista. Y simplemente sustituyeron un Estado de tipo teocrático, con su reyezuelo habitando en el Potala, por otro partitocrático con su otro reyezuelo, Mao, habitando otros palacios. El sistema seguía sin contar con la gente, aunque es evidente que el Partido aumentó hasta límites intolerables la persecución política, las purgas, la represión... Pero el Dalai Lama no me produce pena alguna, como no me la produce Benedicto, hablando de pobreza y SIDA desde sus palacios y sus zapatillas de Prada...

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  7. Marqués, lo de leer mucha prensa es un pecado de los más perdonables. Yo me aficioné desde pequeño, ya que mi padre, por su trabajo, traía a casa muchísima prensa, y yo me hice un niño repelente que con 6 años ya leía varios periódicos al día. Recuerdo la hipnosis que me produjo ver aquella foto de la niña corriendo, desnuda, quemada por el napalm en Vietnam. O el culebrón de Patty Hearst cuando sufrió tal Síndrome de Estocolmo que acabó asaltando bancos con la metralleta.
    Eso de leer tanta prensa te da algo de distancia frente a las cosas. No creerte todo lo que te dicen (ni siquiera la mitad). O no creer tópicos, como que los franceses son chauvinistas, cuando si lees su prensa y la de aquí, te das cuenta de que los españoles lo somos en un grado bastante mayor.
    China nos barre de aquí a poco, y los gobiernos occidentales hablando de si dan más ayudas a la banca o si salimos de Kosovo en dos msese o tres años. Temas que entretienen a la gente mientras lo importante se queda en el tintero...

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  8. Tengo la suerte de ser amigo personal de Ingenieros que estuvieron en la revuelta de Tiannmenn, cuyos padres fueron imputados durante la Revolución Cultural (Nada extraño, por otra parte. Lo insólito es hacerte amigos chinos).
    El Chino, como el ruso, necesita que le manden. Sé que es un comentario politicamente incorrecto, pero real como la vida misma.
    Es muy complicado que suceda lo que dices. Primero, porque China tiene un 90% de población Han, homogeneamente repartida excepto en Xinjiang donde hay más Uygures, y eso cementa muy bien.
    Hay tal cantidad de desinformación, sobre todo en el campo, que es imposible poner a toda esa gente a marchar contra lo establecido, y el poder es tan ferreo que es muy difícil que nada se mueva (No digo que imposible)
    Den Xiao Ping, habiendo sido purgado por Mao, lo único que no tocó cuando subió al poder fue al Mito. Destrozó su funesto legado, sustituyéndolo por otra cosa no sé si mejor, pero diferente. Hoy nadie en China sabe nada del Gran Salto Adelante, la Hambruna, los 30 millones de muertos...así, ¿como quieres que haya una debacle en el Gobierno?
    Con respecto a lo que dices de las zapatillas de Prada, yo soy mas de chanclas

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  9. Dices que el chino y el ruso necesitan que les manden. El español también. El problema es que contrariamente al chino y al ruso, no sabe obedecer por lo que es necesario que la clase política lo tenga todo el tiempo engañado. Otro pueblo que no sabe obedecer es el neerlandés, aunque contrariamente al español, no lo necesita porque es educado para saber por sí mismo lo que tiene que hacer. Al holandés es muy difícil que sus políticos le engañen por dos razones: la primera es que si pillan a un político en un renuncio, se acabó el político para siempre y la segunda, que no suelen hacerle ni puñetero caso a los políticos.

    Quizá deberíamos aprender algo de los chinos y de los holandeses. El que sepa pensar por sí mismo que haga de holandés y lidere, el que no, que haga de chino, que obedezca, trabaje y calle. Pero, en general, los españoles hacen de chino cuando deberían hacer de holandés y de holandés cuando deberían hacer de chino. De ese modo, tenemos lo peor de ambos pueblos.

    Eso sí, la temperatura es agradable y mientras nos dure el agua y los Fondos de la Unión Europea, será un país más o menos habitable.

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  10. Yo creo que la gente se acostumbra a ciertas cosas, y luego es muy difícil cambiar las costumbres. En España la cultura del enchufismo es secular, y todo el mundo asume que es así, y si puede, busca recomendar a algún familiar para algún puesto de trabajo, sabe que en muchas ocasiones sus redes sociales valen más que la formación. Conozco a gente que manda a sus hijos a los maristas para tejer su red social: hijos de gente con dinero, empresarios, que quizás algún día les echarán una mano si la necesitan. Cambiar eso es difícil.
    El chino, el español y el ruso seguramente saben trabajar y saben mandar. Pero todo depende de a qué se les ha acostumbrado. Si se acostumbran a la burocracia, saben que mover un papel cuesta meses, y a veces lo dejan correr. Pero está claro que los españoles allá donde van saben prosperar y liderar, o sea que quizás no es algo genético el adocenarse. Con respecto a que no sepamos obedecer... a veces es que es difícil obedecer cuando las órdenes de arriba no tienen una lógica más que basada en la unidad de mando. Surge la organización informal, y ya está el problema a resolver por el de arriba.

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