miércoles, 29 de abril de 2009

Cambio de modelo. Causas de la crisis

"La producción masiva debe ser acompañada por un consumo masivo, lo que a su vez exige una redistribución de la riqueza (...) Hacia 1929, una creciente proporción de la riqueza se concentraba en unas pocas manos (...) Pero reduciendo el poder de compra de los consumidores, los acumuladores de capital se negaron a sí mismos la demanda que sus productos requerían para justificar nuevas inversiones. En consecuencia, como en una partida de póquer en la que las fichas se acumulan cada vez en menos manos, los otros jugadores sólo podían seguir en el juego pidiendo crédito. Cuando el crédito se acabó, se acabó el juego".
¿Alguien explicando la actual crisis? No. Marriner S. Eccles, presidente de la Reserva Federal de EE.UU. del 15 de noviembre de 1934 al 3 de febrero de 1948. Es decir, el principal responsable de política monetaria en la salida de la Gran Depresión, nombrado por Roosevelt para afrontar desde el Banco Central americano la salida a la última gran crisis en lo que se llamó el New Deal. Quizás es clarificador encontrar estas declaraciones de hace 75 años para entender lo que hoy pasa en el mundo y, particularmente, en España.
En España se han hecho las cosas muy mal en los últimos 15 años. La última crisis económica nos afectó en 1993. Parte de las causas, internacionales (fue una pequeña crisis global). Pero en España los fastos del 92 (Expo, Olimpiadas, múltiples obras públicas, Ave...) provocaron una mayor "resaca", por el fin de tanta inversión pública sin un sustituto.
El recientemente dimitido ministro de Economía, Pedro Solbes, fue entonces el director de la recuperación, que comenzó en 1994 y siguió en el primer gobierno de la era Aznar. El segundo gobierno de Aznar vivió un leve enfriamiento, que el primer gobierno de Zapatero remontó, con las cifras de paro en mínimos históricos en la época democrática, y récords de afiliación a la Seguridad Social.
¿Y en todos estos años, qué se hizo para asegurar el futuro de la economía española? Nada. El modelo "Construcción masiva + Turismo de sol y chiringuito" bastaba para asegurar un crecimiento del empleo, la riqueza, y además teniendo en cuenta que el sector de la construcción arrastraba a muchos otros sectores auxiliares: cerámica, muebles, material de construcción, puertas, etc. Ese incremento de riqueza también se vio en el parque automovilístico, proliferando cada vez más los Audis, los 4x4 u 8x8 (eso sí, el dinero que se vea...), pero todo se basaba en una enorme falacia.
El incremento del consumo se basaba en el crédito. Con crecimientos en el precio de la vivienda del 18% anual, las familias cada vez se endeudaban más para poder comprar viviendas que, si esperaban, valdrían 10.000 euros más en pocos meses. Pero al no tener suficiente dinero con el 80% del precio que les daba el banco con la hipoteca, las tasadoras inflaban el precio para que el 80% de la tasación diera el 100% del precio de compra.
La gente se volvió loca. Recuerdo que cuando fui a comprar mi coche, el que me lo vendió, un comisionista que vende coches de distintas marcas llevándose pequeños márgenes para lograr vender mucho, me dijo: "Hoy se han llevado ya dos BMW y un Mercedes. Y me llama la atención que lo primero que me pidieron dos de ellos fue si tenía financiación especial para la compra. Yo pienso que el que se compra un BMW o un Mercedes debe tener dinero para comprarlo al contado, ya que es un coche de lujo, pero bueno, ése no es mi problema, yo lo vendo, cobro y el problema será de ellos si no lo logran pagar o mantener, porque son coches de mantenimiento caro". Un sabio, este hombre. Veía la locura del español medio de hace cuatro años: todos a comprar a crédito cosas de lujo, casas de precios inflados, chalets adosados con piscina, la casita en el club de golf... Todo iba bien, para los dos gobiernos pasados y el actual... hasta que todo estalló.
En España nadie se planteó cambiar de modelo de crecimiento. Construyendo al año más que Alemania, Francia y Reino Unido juntos, recalificaciones masivas, costas hiperurbanizadas... ¿podía esto seguir indefinidamente, y más con los precios subiendo por las nubes? Las familias españolas se endeudaron hasta unos límites que, al menor titubeo, han hecho caer el castillo de naipes de la economía española. Nadie pensó en aprovechar la bonanza económica para buscar nuevos modelos de crecimiento, apostar antes por las energías limpias y plantearse un nuevo modelo de energía nuclear (a la que volveremos), más I+D+i, mejora de las universidades... Aquí todo lo mantenía el tirón de la construcción, y cuando ésta ha fenecido, todo se ha ido al garete.
¿Culpables? Enumeremos:
1- Los gobiernos pasados y el actual. Siempre sacando pecho ante los buenos resultados económicos sin pensar que se basaban en el excesivo endeudamiento de las familias, el crédito de las empresas, la preponderancia casi única del sector de la construcción. Y la negación de que el modelo se agotaba, que habría un "aterrizaje suave".
2- La banca y la supervisión del Banco de España. Se ha dado crédito muy alegremente. Dando créditos en tipos de interés al 2%, sabiendo que éstos subirán, no se pueden conceder créditos hipotecarios a gente que se endeuda al 50, 60 y hasta 70% de su renta para comprar casa, como ha llegado a suceder en ciudades como Madrid. Quizás hace falta una ley que impida un endeudamiento mayor al 40% de la renta para comprar una casa. Pero los bancos, en sus estudios de riesgos (y más aún las cajas de ahorro), parece que estaban ciegos, que no vieron dónde se metían. Ahora tienen miles de viviendas embargadas para vender, y eso mina su liquidez y solvencia. Hasta El Pocero se "escapó vivo": de su promoción en Seseña, un fracaso en ventas la primera fase, al final ha sido la banca la que le ha comprado las viviendas a cuenta de los créditos que él pidió, y ahora le toca a esa banca la patata caliente de vender algo, quizás, invendible.
3- Las familias españolas como generalidad, no todas, por supuesto. Cada uno debe ser consciente de lo que puede asumir como compra y no endeudarse en demasía. A mí me puede gustar un piso de 300.000 euros, muy bonito, céntrico y amplio. Pero soy consciente de que comprarlo me asfixiaría económicamente. Por tanto, me busco un piso no tan céntrico, amplio y de 30 años, lo arreglo, y me gasto 130.000. Me puede gustar un Audi A6 que, además, es segurísimo, las 5 estrellas europeas. Pero me tengo que conformar, ya que lo compro a crédito, con un Peugeot 207. Me puede gustar irme de vacaciones al Caribe, 5 personas de una familia. Pero para ir lo tengo que financiar, ya estoy financiando muchas cosas, y mejor me quedo en la costa española. Cosas sencillas, pero que la gente no quiso ver. Todos a endeudarse hasta las cejas, en tipos mínimos, para poder consumir bienes caros.
¿Espabilará este gobierno y el que le siga? Lo dudo. Aún andan a la espera de que las ventas de viviendas se recuperen y que la economía vaya mejor, que los 4 millones de parados no se conviertan en 5. Pero para ello hacen falta unos nuevos Pactos de La Moncloa entre todos, partidos, empresarios y sindicatos, para pasar esta travesía del desierto y erigir, de las cenizas, un nuevo modelo de producción, más productivo, más adaptado a la economía del futuro (tecnología, energías verdes, investigación) y olvidando el pan y circo.

viernes, 17 de abril de 2009

Soluciones ingeniosas. ¿Factibles?


A raíz de una idea que expresaba hoy el actual coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, recordaba yo una anterior expresada no recuerdo por quién (como Umbral, no me voy a levantar a consultar la fuente) con respecto a las actividades ilícitas a nivel planetario.
Entonces ese alguien expresaba una idea: en el mundo es una fuente permanente de conflicto, de violencia y de enriquecimiento ilícito lo que en términos económicos se llama economía sumergida, ya disfrazada de actividad lícita pero escapando al control estatal (trabajos lícitos pero sin contrato, sin declaraciones a Hacienda, sin cotizaciones a la Seguridad Social...) o directamente vestida de actividad ilícita, como el contrabando, el tráfico de armas, de droga...
¿Cómo acabar con todo esto? Esta persona abogaba por una solución que requeriría de algo que entonces no comentaba. Decía que había que acabar con el dinero físico. Que todo tuviera que hacerse a través de banco, con lo que dejaría rastro... Es lo mismo que ahora se quiere conseguir con los móviles en España: que cada dueño de un móvil esté obligado a identificarse, para que se sepa quién hace llamadas... u otras cosas. Le faltaba un dato a aquella proposición: habría que acabar con el secreto bancario de decenas de paraísos fiscales para que la medida fuera efectiva. Si no existiese el secreto bancario y no existiese el dinero físico, sólo las transacciones bancarias, quizás sí sería más difícil el funcionamiento de la economía sumergida. Pero es una medida difícil de articular.
La idea (supongo que no propia) que expresaba Cayo Lara era más cercana a nuestro país. Todo el mundo sabe que España es el país de la U.E. donde más billetes de 500 euros "circulan". No circulan como tales, pero por ahí "andan". Debido a la enorme expansión de los negocios inmobiliarios, el dinero negro que se ha movido en ellos, y el lavado de dinero que algunas mafias, como la rusa, han llevado a cabo en España gracias a este mercado, los billetes de 500 han encontrado en España su Eldorado particular. ¿Cómo lograr que este dinero aflore? La idea de Cayo Lara parece sencilla (aunque habría que estimar su coste).
A semejanza de cuando entró en vigor el euro, en que hubo que cambiar las pesetas, francos, marcos, etc. a euros, Cayo Lara propone cambiar de color los billetes de 500 euros. Que haya que cambiar los viejos por los nuevos en un período relativamente corto de tiempo, y que pasado éste, los viejos sólo sirvan para empapelar la habitación de los niños. La idea, de simple, parece mentira que no se le haya ocurrido antes a nadie. El problema es que el período no puede swer muy corto, y habría que estimar el coste de la medida en relación al beneficio por el dinero aflorado. Pero en un contexto de crisis en el que lo que falta es dinero, quizás ideas de este tipo deban ser tenidas en cuenta no como boutades sino como posibles soluciones a males endémicos como es el dinero negro en España...