jueves, 10 de junio de 2010

Austeridad: ¿ahora somos conscientes del despilfarro?

Los gobiernos de muchos países (y no precisamente los PIGS, es decir, Portugal, Italia, Grecia y España, Spain) hablan ahora de que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades. "Se acabó la fiesta", que algunos dicen, y yo rememoro las palabras del texto de Groucho Marx en su libro Groucho y yo cuando habla del crack del 29, cuando su antiguo asesor financiero le dijo: "La broma ha terminado".http://www.rankia.com/blog/familyoffice/384604-groucho.
Alemania, Gran Bretaña, España, Italia, Portugal, Grecia... todos se afanan repentinamente por reducir gasto público, como si ahora se pudieran reducir coches oficiales, ministerios, empresas públicas, asesores nombrados a dedo... y hace un año fueran estrictamente necesarios. Se empieza a derrumbar el estado del bienestar y se empieza a hablar sin timidez de copago, céntimo sanitario, despido más barato, etc.
Nadie en su sano juicio podía soportar lo que aquí hemos vivido. Una competición, debido al estado autonómico que vivimos, por quién invertía más y mejor en cada Comunidad Autónoma, en cada provincia. Se quiere que cada Comunidad tenga estudios universitarios completos, y cada provincia luego reclama lo suyo, y en las provincias con poblaciones importantes se reclama otra parte para ellas. Con lo que tenemos Facultades en las que hay más profesores que alumnos (recuerdo un año en que un alumno mío se matriculó de 1º de una carrera de CC. Sociales... ¡con otros 5 alumnos!).
Luego se quiere que haya AVE, autovías y la repanocha hasta cada pueblito y urbanización de adosados. Recuerdo que mi suegro me preguntaba siempre por ese "milagro" español. Él se fue a Francia a principios de los años 60, aunque siempre volvía al menos una vez al año. Para él, en aquellos años ir a Francia era como el "Regreso al futuro", y venir a España era como entrar otra vez en el túnel del tiempo. Sin embargo, en años recientes él se preguntaba cómo es que España, siendo un país no tan fuerte económicamente como Francia, y con menos población, podía tener tal red de trenes AVE, el equivalente al TGV de allí. "¿De dónde sale el dinero?", se preguntaba él. Era fácil: el dinero no estaba ahí, gastábamos por encima de nuestras posibilidades, con las CC.AA. del signo contrario "agobiando" con demandas de más y más, y más rápido, que "el gobierno nacional nos tiene abandonados". Y las CC.AA. del partido en el gobierno, siendo más benévolas, pero pidiendo también más para no perder votos. Esto era una locura.
El PEIT, por ejemplo, preveía para 2020 vías claramente innecesarias, como plantear que, habiendo una autopista León-Asturias, hubiese a su vez una autovía. Más te vale rescatar el peaje de la ya construida, dejarla como autovía, y no invertir en una obra multimillonaria.
Y los ayuntamientos, para qué contar. Obras cada cuatro años para inaugurar antes de las municipales, pero sin dinero, a costa de endeudarse o no pagar a los proveedores. En León tenemos ejemplos claros de deuda acumulada a costa de hacer cosas para presumir sin tener dinero para pagarlas.
Y ahora descubrimos que, al igual que el contribuyente que si gasta más de lo que gana, y va tirando a costa de endeudarse, llega un momento en que presenta su particular quiebra financiera, los estados han descubierto que esto no podía seguir así. Hasta los bancos piden clemencia al BCE para que inyecte liquidez. El dinero parece haber desaparecido. ¿Y dónde está? Matarile, rile, rile, en el fondo del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus comentarios. Tras verificación, quedarán publicados. "Un poco de censura previa siempre es necesaria", que diría Torquemada.