miércoles, 21 de octubre de 2009

Redimensionando empresas. ¡Toma eufemismo!



En Castilla y León, Cataluña, Andalucía y otras Comunidades Autónomas se anuncian fusiones entre Cajas de Ahorro. Las consecuencias de la crisis se están notando especialmente en este sector. Los bancos no lo hicieron demasiado bien, sin analizar de verdad los riesgos del "ladrillo", y agradecidos de que en España exista un control tan estrecho del Banco de España, comparado con la laxa vigilancia de las autoridades financieras de EE.UU. Aquí se exigían mayores controles sobre los riesgos y la posibilidad de tener que provisionar los préstamos otorgados "con manga ancha" quizás ha resultado beneficiosa a medio plazo.
Las Cajas han resultado las más damnificadas del sistema financiero español. Ya cayó CCM, otras han pasado dificultades... y aún queda por ver cómo afecta la más que posible subida de la morosidad, que ya alcanza niveles preocupantes. Los culpables de todo esto, no hay que buscarlos en desiertos lejanos. Las Cajas son instrumentos políticos, juguetitos que los políticos que mandan en cada provincia o autonomía usan para sus fines. Las Cajas han financiado aventuras empresariales e inmobiliarias que interesaban a los gobiernos de turno, y así les ha ido: su índice de morosidad es mucho mayor que el de la banca clásica.
Y ahora llega el tiempo de las fusiones, intentando salvar la cara... y la silla de alguno. Ahí están Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona en Cataluña: http://www.elpais.com/articulo/economia/Caixa/Catalunya/negocia/fusion/bandas/Manresa/Tarragona/elpepieco/20090902elpepieco_3/Tes O la fusión de Unicaja, Caja Sur y Caja de Jaén: http://www.europapress.es/economia/noticia-fusion-unicaja-caja-jaen-cajasur-ira-dos-velocidades-porque-tercera-necesita-dinero-publico-20090725123913.html.
En Castilla y León, toca fusión antes del 10 de noviembre, ha indicado el Banco de España. Andan negociando Caja España, Caja Duero y Caja Burgos: http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=484902
Caja España salió de la fusión de las antiguas Cajas de León (la fuerte en aquel tiempo, por eso la sede de Caja España está en León), de Zamora, de Palencia y la Popular y la Provincial, las dos últimas de Valladolid. Caja Duero, con sede en Salamanca, es el resultado de la fusión de las cajas de Salamanca y Soria. Al margen quedan las cajas de Segovia y Ávila.
Por supuesto, en este revuelto río se negocia de todo: ¿cuál será la ciudad sede de la Caja Supermega Castellana y Leonesa? Se prevé más bien, como aquí todo hay que repartirlo, que habrá 3 sedes distintas. Por si cuela, de todos modos, desde Palencia se piden la capitalidad de la nueva Caja.
Lo que no está en discusión es que hay que redimensionar el negocio. ¿Y eso qué ye?, que diría uno de Gijón. Pues ye bien fácil: despidos, bajas incentivadas, prejubilaciones y cierre de oficinas. Con lo fácil que es llamar a las cosas por su nombre. Es evidente que si se fusionan, habrá duplicidad y hasta quintuplicidad de oficinas en una misma calle o en pueblos pequeños. Pero eso mismo pasaba hasta hace poco, y había negocio para todos, o eso nos hacían creer. O a lo mejor es que los planes de expansión de las Cajas, queriendo salir de su ámbito y hacerse todas regionales y nacionales, eran excesivos. Pero era la forma de los políticos de jugar al Monopoly, un juego de mesa para mayores sin reparos.
El caso es que toca redimensionar. O sea, en vez de encéfalo con circunvoluciones, encefalograma plano. Dos dimensiones, las de siempre: gana la banca y ganan los políticos. Y en medio, los impositores, los clientes y los trabajadores, con cara de gil. Si ya lo decía Discépolo, qué visionario, en 1934, con su tango Cambalache (aunque él hablaba sólo del siglo XX, ¡lo que le quedaba por ver!):
Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé... (¡En el quinientos seis y en el dos mil también!). Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublé... Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldá insolente, ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos... (.../...)
¡Siglo veinte, cambalache problemático y febril!... El que no llora no mama y el que no afana es un gil! ¡Dale nomás! ¡Dale que va! ¡Que allá en el horno nos vamos a encontrar! ¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley...

martes, 13 de octubre de 2009

Pan para hoy: aceptando chantajes



Hace un mes el Presidente de Renault España lanzó la bomba: la decisión de cerrar la factoría de Valladolid estaba tomada. Pero dejaba caer un aviso: tal vez, si los sindicatos y las administraciones se avenían a aceptar las condiciones de Renault para quedarse, se replantearían su decisión "ya tomada" (¿es que si una decisión está tomada se puede "destomar"?). Es decir, pedía a los sindicatos que aceptasen sus condiciones y a las administraciones más ayudas, para que su viaje a Eslovenia no fuese definitivo.

Todos sabemos la razón por la que en su día Renault, Nissan, Ford, Volkswagen... se instalaron en España: país de mano de obra barata, más o menos formada, con un sistema político estable e incluso en sus primeras incursiones con un "agravante", que se instalaban en un país con una dictadura acomodada que prohibía el derecho de huelga.

Ahora toca estar del otro lado. Las empresas se empiezan a fijar en países como Eslovenia, Eslovaquia, Polonia... países de la U.E., con población con una formación similar a la que en su día tenía España o superior, con redes de transporte integradas en las grandes vías de comunicación europeas... y mano de obra mucho más barata que la española, aunque aún sean menos productivos.

Y llega el chantaje: o aceptáis lo que quiero o me voy. El "lo que quiero" incluye bastantes cosas:

- Que los sindicatos dejen de ejercer como tales, es decir, que no exijan negociar condiciones laborales. Los trabajadores habrán de aceptar las condiciones que la empresa plantee, sin rechistar, o la factoría vuela, se deslocaliza.

- Que las autoridades paguen el chantaje para que se queden. Tras un montón de ayudas anteriores, como todo buen chantajista, piden más. En este caso, se habla de una cifra de 500 millones de euros: http://www.elpais.com/articulo/economia/500/millones/asegurar/futuro/Renault/Valladolid/elpepieco/20091007elpepieco_7/Tes

El plan es hasta 2020 (10 años) y la mitad del coste la sufragarían Gobierno estatal y Junta de Castilla y León. "Y si no, no juego, que la pelota es mía". Renault amenaza, amaga. ¿Será verdad?
Y yo digo: ¿qué mas da? ¿Es que se deben enterrar 250 millones de euros en una factoría que sabemos que, tarde o temprano, acabará cerrándose para trasladarse a otros lares? ¿No sería preferible, en aras de esa nueva economía, invertir esos 250 millones sobre las cenizas de la factoría de lo que fue FASA Renault, una vez rechazado el chantaje, para crear una industria de alto nivel tecnológico? ¿Cuál será el próximo chantaje? ¿Que Zapatero y Rajoy canten una jota y se besen? ¿Que los representantes sindicales se vistan de Abeja Maya? ¿Que los trabajadores acepten jornadas de 12 horas diarias aplaudiendo?
Mandemos a todos estos ventajistas a la porra, y apostemos el dinero público a caballo ganador. ¿Es malo crear sociedades mixtas que no se nos vayan a la primera de cambio y que se centren en los sectores de NN.TT. y energías renovables?
Está claro lo que significan esos 500 millones de euros: pan para hoy, paro para mañana...

viernes, 2 de octubre de 2009

La salida del túnel

Brotes verdes, previsiones de la OCDE, previsiones de FUNCAS, previsiones del FMI, previsiones (¿han previsto algo?) del Gobierno, previsiones (¿más y mayores catástrofes?) del principal partido de la oposición... Aquí todo el mundo habla de lo que va a pasar pero como haciendo un brindis al sol, sin decir realmente por qué o por qué no España mejorará en 2010... o en 2014. Aquí no se dan las reales causas de que estemos como estamos y de que podamos salir de este embrollo sin dejarnos el bolsillo por el camino.
La patronal, por ejemplo, arrima el ascua a su sardina: en España hay que hacer una reforma laboral que abarate el despido. Eso bastará para que se produzcan una serie de milagros que lo de la resurrección de Lázaro se quedará en truco de prestidigitación.
Los hay, como la UBS (banco suizo), que propugnan la bajada de salarios en España en un 10%. Propugnan un impulso de las contrataciones mediante incentivos para conseguir frenar el agujero del mercado laboral, lo que llevaría a una reducción de los salarios (supongo que reales) en un 10%. Y dicen que, si no, los mileuristas acabarán siendo ochocientoseuristas.
Está bien esto de propugnar que los mileuristas se conviertan en novecientoseuristas para evitar ser ochocientoseuristas. Pero la UBS se olvida de decir la razón por la cual hay que hacer lo que dicen y qué efectos demostrables hay detrás de su medida.
Yo me arriesgaré a decir lo que pienso, que no es precisamente una predicción halagüeña con los movimientos gubernamentales ni pretende decir que el barco se hunde por falta de patrón.
En España ha habido una hecatombe mayor que en otros países de nuestro entorno por la misma razón que hace dos años éramos los Usaín Bolt de la economía europea (a China habría que ponerle otro apelativo, ellos ya son unos Caster Semenya, compiten en otra liga).
España, país donde se construía, para una población de 46 millones de personas (más otros cuantos millones atraídos por su sol queriendo un destino vacacional en propiedad), el mismo volumen de vivienda que, pongamos, Gran Bretaña, Francia y Alemania juntas (más de 200 millones de habitantes les contemplan), era un país donde la burbuja inmobiliaria no es que tuviera que explotar, es que era seguro que llevaba dentro de ella una especie de "bomba de racimo", que dañaría más que una simple explosión.
La banca y los sucesivos gobiernos acabaron por ampliar el daño. La banca, haciendo trampa, dando hipotecas a 40 y 50 años inflando el valor de tasación para poder dar, con el 80% de la tasación, el 100% del valor de compra, y sin avisar a gente sin muchos conocimientos financieros de que estaban cavando su fosa al firmar el préstamo. De todos modos, algunos, en el pecado, llevaron la penitencia: los impagos serán el motivo de la caída de más de una caja (los bancos parecen más protegidos).
Los dos gobiernos, del PP y del PSOE, poco hicieron para paliar el desastre que se avecinaba. El PP, con frases como la de Cascos, que decía que en España los precios de los pisos subían a ritmos del 17% anual "porque en España la gente tiene dinero para comprar", infló aún más la burbuja. La gente no tenía dinero: la gente compraba por miedo a que los precios subiesen aún más, a costa de hipotecar su futuro y, sobre todo, su capacidad de consumo. Y los que especularon con la vivienda, comprando como inversión porque "el ladrillo es lo único seguro, tiene un valor material", no se daban cuenta que ese valor era ficticio.
El gobierno del PSOE también falló en su diagnóstico. Quiso "enfriar" el mercado, hablaron de un "aterrizaje suave", y esto ha sido el "aterriza como puedas", más bien "a ver quién se la pega más fuerte". Salvo el olfato de un fino Jove, que supo desprenderse de FADESA a tiempo, ahí están los cadáveres: Martinsa, Nozar, Colonial, etc.
Y ahí viene la falta de análisis: en España se creaba mucho empleo, sí. Mucho empleo en la construcción y servicios. Mucha industria auxiliar de la construcción (cementos, ladrillos, cerámicas, puertas, parquets, sanitarios, y así podríamos seguir...). Y, sobre todo, que mucho pequeño empresario y algunos grandes, vieron en la venta de pisos su razón de vivir sin marcarla. Los pisos se vendían solos. En España las oficinas inmobiliarias de venta y (poco) alquiler de vivienda proliferaron como las setas. Cada tres escaparates, uno de una inmobiliaria anunciando el piso de tus sueños. Pesadilla en Elm Street, vamos.
Viene la hecatombe. Y todo lo anterior se cae como un castillo de naipes. Cierran constructoras (en León, mi ciudad, hay una enorme cantidad de obras paradas porque ahí están otros cadáveres más locales: Begar, Teconsa, Acis...), cierran oficinas inmobiliarias (ya sea de autónomos, ya sea de grandes cadenas), cierra industria auxiliar (fui a comprar una pieza rota de un sanitario, y a fastidiarse: Sanitana cerró, haber comprado Roca), cierra hasta el apuntador.
Y digo yo: ¿cómo es posible salir de una crisis así, que habrá venido empujada por la situación internacional, que también será crisis de crédito, pero que tiene peculiaridades propias? ¿Cómo salir de este agujero que ha dejado en la calle a más de un millón de trabajadores si no se recupera el mercado inmobiliario?
Zapatero habla de cambiar de modelo, pero es tarde. El modelo hay que cambiarlo cuando la economía va bien, cuando hay recursos y fondos para prever lo que debe ser el futuro, no pensar en qué hacer cuando el agujero del déficit público puede alcanzar los dos dígitos. Aquí la crisis sólo podría superarse si empiezan a venderse a toda prisa los cientos de miles de viviendas sin vender, se recupera el sector inmobiliario y se acaban tantas casas que han quedado a medio hacer. Y luego, a pensar qué nos deparará el futuro. Pero para mí está claro que en 2010, si la economía crece (que lo dudo), no creará empleo para absorber tanto parado. Y esa es una bomba de relojería que puede estallarnos en las narices antes de las elecciones (si llegamos) de 2012.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Por un SA.MA.I. (Salario Máximo Interprofesional)




Es, sin duda, una de las noticias del día: Goirigolzarri, el Consejero Delegado del BBVA, se va (a regañadientes) de la entidad, con una jubilación de oro: más de 3 millones de euros anuales de "pensión" mientras esté prejubilado, más un fondo de 52,5 millones de euros cuando alcance la edad de jubilación verdadera, ya que ahora tiene la juvenil edad de 55 años (bueno, pensándolo bien, en ciertos trabajos con 45 ya te consideran viejo...). La noticia, y las críticas a este despilfarro, se pueden leer en toda la prensa de hoy:
Con respecto a esta noticia, me gustaría comentar varias cosas:
1- Es evidente que esto es un pago por los servicios prestados. Goirigolzarri tenía mala prensa entre muchos trabajadores de lo que fue el Banco de Bilbao, pues lo tildaron de traidor, chivato, etc. cuando Francisco González, proviniente de Argentaria, se hizo con el mando del banco por delante de los "delfines" de Sánchez Asiaín e Ybarra, los antiguos dirigentes del que se suponía banco fuerte en la fusión, pues el Banco de Vizcaya, ya fusionado, había perdido su fuerza tras la muerte de Pedro de Toledo. Ybarra se desinfló con sus problemas con la justicia, y Goirigolzarri le preparó el trono a González, pensando en su edad y en que él sería el próximo César.
2- También es evidente que esto es un pago para "dar la patada" a Goirigolzarri. González ya se hizo con el mando del banco, y ahora prepara su sucesión a medio plazo con alguien de su real confianza (quien ha sido un presunto traidor una vez, dicen, nunca es seguro que no vuelva a serlo). La pensión y todo esto, la verdad, palidece ante lo que el BSCH pagó para que Botín se hiciera Emperador tras la fusión del Banco de Santander con el Banco Central Hispano, en el que Amusátegui mandaba tras jubilar a Alfonso Escámez, un gran señor de la banca, que empezó de botones en el Banco Central y acabó de Presidente. A Botín gente haciéndole sombra le sobraba, y jubiló a Amusátegui y a Corcóstegui, su delfín, con dos "regalitos" que ya los quisiera yo, y pagados por todos los accionistas: 56 y 108 millones de euros de 2001 y 2002. Esto se recurrió a la justicia, pero el caso fue cerrado sin ser declarado ilegal: la Junta General de Accionistas había aprobado estos "chalaneos" privados entre los mandamases.
3- Ante estos dos casos, y ver que la Justicia (????) decide que esto es legal, yo tengo algo que opinar. El Supremo dictaminó en aquel caso que no había delito de apropiación indebida ni societario: http://terranoticias.terra.es/articulo/html/av21009026.htm . La razón: era un pago para compensar la pérdida de sus emolumentos por "irse antes de tiempo", y por otra parte, todo estaba conforme, era un pacto legal y aprobado por los socios.
Y aquí está el meollo de la cuestión: ¿Quiénes son los socios que aprueban esto? Toda Junta General de Accionistas de una gran Sociedad Anónima, como son el BBVA o el BSCH, con millones de pequeñitos accionistas y unos pocos grandes accionistas, es un grupo con fuerzas muy desequilibradas. Botín, por ejemplo, en 2006, sindicó sus acciones con las de hijos y otros familiares, y así controlaba casi 47 millones de acciones... ¡el 0,71% del total!, y aún así, ¿alguien duda de que él es el que manda?
Llegada una Junta General en la que hay algo gordo que decidir, ¿qué pequeño accionista va a la Junta? ¿Qué mediano accionista consigue sindicar muchas acciones para tener una mínima fuerza? La fuerza está en el Consejo de Administración: los representantes de los grandes accionistas, cuando no los propios grandes accionistas.
Como dice un documento de la propia CNMV, cuando la delegación del voto no esté hecha a favor de nadie concreto, "los Estatutos de la Compañías cotizadas suelen prever que si la representación que otorga el accionista no incluye instrucciones para el ejercicio del voto o hubiera dudas sobre el destinatario o el alcance, la delegación se efectúa a favor del Presidente del Consejo de Administración, referido a todas las propuestas que integran el orden del día de la Junta y significa el voto favorable a las propuestas". Más claro, agua.
O sea, que para hacer frente a tanto desmán, yo sugiero las siguientes acciones normativas:
A- Modificar la Ley de Sociedades Anónimas para dar más peso al pequeño accionista. Que sea obligatorio que en las S.A. en que la mayor parte del capital está atomizado, haya un real sentido del voto de ese pequeño accionista. Que no se puedan tomar grandes decisiones sin una real decisión del pequeño accionista. Es fácil hacerlo: para poder cobrar un dividendo, hágase obligatorio decidir sobre ciertos asuntos. No se preocupen, que los asesores financieros y bancarios de los pequeños accionistas ya les pedirán que tomen alguna determinación si quieren cobrar. O algo se le ocurrirá a los asesores de la Ministra Salgado, si es que sabe a cuál de los 50 hacer caso (parafraseando, creo, a Gorbachov...).
B- Instaurar un Salario Máximo Interprofesional, SA.MA.I., que impediría hacer pagos así de "ostentóreos" (ahora parafraseando a Gil y Gil). Si en la NBA hay un tope salarial que pueden pagar los clubes y éstos lo respetan, ¿no se puede realmente por Ley determinar que es ilegal un contrato firmado en el que se pague esa pasta a alguien, y encima por irse a casa con 55 años? Y si fuera les pagan más, no hay problema: aquí hay mucho parado para ocupar su puesto.
C- Acabar de una vez con las prejubilaciones, y más las de la banca, que hace unos meses "lloraba" pidiendo ayudas (ya no lloran, luego la cosa no era tan grave) y ahora deniegan hipotecas casi con desprecio. Yo soy de la generación que prevé tendrá que jubilarse a los 70 y con pensiones bastante peores que las de ahora. ¿Por qué aguantar que se prejubile a gente con 55 y menos años y encima con pensiones nada escasas? Si se quieren prejubilar, que se paguen ellos los 10 años de diferencia, y que, por haber cotizado sólo en 5 años de sus ultimos 15, que se queden con una pensión como la de alguna viuda, a ver si espabilan.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mileuristas, menosquemileuristas y recuperación económica



Acabo de leer una noticia que me explica, unida a otra anterior, la razón por la que españa va a sufrir más que nadie la crisis económica, y que debido a esta situación, previsible a medio y largo plazo, nunca saldremos del furgón de cola de las economías desarrolladas.
Hace cuatro años en una carta al director en El País, una mujer joven, Carolina Alguacil, acuñó el término "mileurista", que se ha extendido como la pólvora. Para leer cuestiones sobre esta carta, se pueden seguir estos vínculos:
El mileurista, ese pobre ciudadano al que la formación recibida y buscada no sirve más que para malvivir.
Y hoy leo en la prensa la siguiente noticia, cuyo titular asusta:
¿Cómo puede salir adelante un país en el que 50,4% de los asalariados no sobrepasa los 16.000 euros brutos anuales, con un 13% que ni siquiera alcanza el Salario Mínimo Interprofesional (S.M.I.) en sus retribuciones? ¿Cómo queremos que el consumo se recupere si los empresarios siguen demandando contención salarial e incluso la UBS reclama que España reduzca en un 10% los salarios para salir de la crisis? ¿Quién saldrá de la crisis con esas medidas? Desde luego, los mileuristas, no. ¿Se quiere convertir a España en el Marruecos de Europa para poder seguir fabricando aquí con mano de obra barata y no tener que cruzar el Estrecho? ¿Abusan los trabajadores cuando reclaman subidas salariales? ¿De qué está hablando el presidente de la CEOE? ¿Se acerca su sueldo al de un mileurista?
Todo parece una broma de mal gusto. Aquí no se dice la verdad ni aunque les den burundanga. España va a ver cómo se estanca en una recesión mayor que la de nuestros socios europeos porque así no hay quien levante vuelo. Ni reformas del mercado de trabajo, ni gaitas gallegas. ¿Va a mejorar la situación si, además de tener un 50% de mileuristas o menosquemileuristas éstos se ven más desprotegidos? ¿Nos vamos a un despido libre copn salarios de 800 euros para todos? ¿Y quién compra el millón y medio de pisos vacíos, Cristiano Ronaldo?
A veces hay noticias que me levantan el ánimo, y otras me hacen ver todo más oscuro. Esta noticia, más que azuloscurocasinegro, me ha dejado negro tinta china. No lo entiendo. Y aquí nadie comienza una rebelión, un "basta ya" del mercado laboral. Si estuviera Groucho Marx y esto fuera Freedonia, ya habrían rodado cabezas...

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Es momento de subir impuestos o de bajarlos?



Con la que está cayendo, el Gobierno lanza un globo sonda: es posible que haya una subida de impuestos. Ante un crecimiento desbocado del gasto (más parados, más subsidios; más ayudas, más incentivos, Planes E...) y una reducción de los ingresos (a menos consumo, menos recaudación en IVA y especiales; desmorono de impuestos como el de transmisiones patrimoniales; menos empresas y menos beneficios, adiós impuesto de sociedades, menos -o ninguna...- licencias de obra...) el déficit público corre peligro de llegar a los dos dígitos, al nivel de Usain Bolt, pero al revés.
Para solucionar el problema que se deriva de todo esto, y mantener su política social, el gobierno anuncia la subida de impuestos: hay que recaudar más. De momento, sin saber qué harán. Primero dijeron que la subida no afectaría a las clases medias, sino "a los ricos". Y se empezó a hablar de si un rico era alguien con una renta mayor de 60.000 euros. Luego, que si las SICAV son intocables. Que si subimos o no los impuestos al capital. Que si tocamos o no las tablas del IRPF. Que si los impuestos al consumo. Hoy Elena Salgado hablaba ya de una posible subida del IVA de dos puntos.
Esto es un sinvivir. Y es el principal defecto ante un momento como éste: crear incertidumbre. Si se prevé hacer algo así, se estudia detenidamente, se anuncian las medidas que se van a tomar, y a lidiar en el Parlamento para sacarlas adelante. Lo que no se debe hacer es anunciar: "agua va" a ver si se aparta alguien, y si no se apartan, quedarse con la mierda en las manos.
Yo no soy un experto analista financiero, pero muchas veces he acertado con mayor tino que otros que cobran en un mes lo que yo cobraré en toda mi carrera laboral. Por ejemplo, cuando anunciaba hace más de cuatro años a mis alumnos que llegaría un estallido de la burbuja inmobiliaria que haría temblar los cimientos de la economía española. Por ello, me voy a permitir dar mi opinión ante lo que se avecina. Por hablar de distintos tipos de impuestos:
- IRPF: se puede y quizás se debe, temporalmente, subir un poco la presión a las rentas del trabajo de los que superen, pongamos, los 40.000 o 50.000 euros al año, subida que podría ser progresiva a su vez: subir más a los que más ganen. Para rentas de capital, que actualmente están con un tipo único, se podría establecer un tipo también progresivo: bajar el tipo al 15% para las familias con menores ingresos del capital, dejar el tipo como está para familias con una renta media, y subir progresivamente hasta un máximo no exagerado a los restantes.
- Impuesto de sociedades: yo establecería una bajada mayor para las Pymes de menor tamaño, esas empresas casi familiares que dan tanto trabajo a los españoles ocupados, y mantendría tipos para las grandes-grandísimas. La regulación europea es tan pobre en este aspecto que entre una gran empresa que facture 80 millones de euros y otra que facture 2.000 hay una gran diferencia, y más si una tiene 5 millones de beneficios y la otra 200. No hay que penalizar, para no asustar, pero sí mantener los tipos al nivel de los países con los que competimos para los grandes, y bajarle a los pequeños, más bien a las microempresas.
- Impuesto de patrimonio: es necesario recuperarlo. Puede suponer 18.000 millones de recaudación. Establecer un mínimo exento (por ejemplo, 500.000 euros) y por encima de ahí, una tabla progresiva. Sin abusos, pero conozco gente de mi época de estudiante que te podía enseñar más de 20 pisos de su propiedad. Supongo que algo podrán aportar en estos momentos. Pero creo que es un impuesto que no se debe quitar.
- IVA: el caballo de batalla. Creo que el Gobierno puede cometer un grave error si lo sube. Afecta a todo el consumo, y afecta en mayor medida a las rentas bajas. No es lo mismo que Emilio Botín o Paris Hilton paguen un 2% más en sus compras a que lo haga una familia que viva de los 420 euros. No sé cómo no se dan cuenta. Si acaso, yo hasta bajaría un punto el IVA en el reducido y el súper reducido, dejaría en el 16% el normal, y crearía un IVA de lujo: el 19% (IVA general francés) para bienes como coches de más de 50.000 euros, el 10% para casas de más de 500.000 euros...
- Impuestos especiales: subiría los impuestos del tabaco y, si acaso, un centimillo los de carburantes, pero mejor no tocarlos mucho.
- Los 400 euros: fue un error ponerlos, será un error quitarlos. Tenían que haber hecho esta medida para las rentas bajas y medias-bajas, y en vez de 400, algo más. Que Raúl también tendría derecho a esa ayudita, y hasta a los eurillos del nacimiento de hijo. Pero si ahora que la pusieron la quitan para todos... peor. Que se la quiten a los que no deberían haberla recibido.
- Otros impuestos y tributos: eliminar el de matriculación para coches baratos y ecológicos, bajar las tasas universitarias, etc. etc. y tal y tal y tal, que diría el difunto Gil y Gil.
Me temo que el Gobierno se encamina hacia un camino sin retorno si su decisión es subir el IVA. A ver cómo nos explican, subiendo un 2%, que la inflación no sube ese mismo porcentaje. Pasará como con la entrada del euro, que todos vimos la inflación real que provocó, pero ningún Estado reconoció.
Para acabar: los impuestos, de por sí, no son malos. El PP es de los que siguen la política neoliberal: a menos impuestos, mejor. Yo disiento. Los EE.UU. tienen unos impuestos muy bajos, y así está su sistema sanitario, con Obama intentando cambiarlo, o sus infraestructuras, algunas propias del siglo XIX (por ejemplo, su red eléctrica), o su capacidad de reacción: la tragedia del Katrina sucedió porque no había dinero para arreglar los diques de contención, y 4 años después del desastre, quedan unas 62.000 casas y edificios con graves daños y vacíos. Eso es porque no hay ingresos, no hay dinero para el gasto. Sin embargo, los países nórdicos cobran mucho a sus ciudadanos, y son de los que mejor funcionan. El hecho no es cobrar mucho o no, sino gestionar bien lo que se paga. Y en los países nórdicos parece que lo hacen bien. Así da gusto pagar impuestos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Tropezar dos veces con la misma crisis



No hay que ser Alan Greenspan (bueno, ahora que se oyen voces que apagan su aura de gurú intocable y le meten entre los causantes de la actual crisis financiera, quizás ya no es alguien con la autoridad doctrinal que antes se le otorgaba) para augurar una futura gran crisis, sin esperar otros 70 años, como hemos esperado desde 1929.
Greenspan profetiza esta futura crisis, y su opinión puede ser leída en multitud de páginas de internet (metes en Google a buscar y te salen miles de documentos con el tema). Él habla de la "insaciable naturaleza del ser humano". Pues sí que inventó la pólvora. http://www.elmundo.es/mundodinero/2009/09/09/economia/1252504227.html
Yo daría dos razones por las que España se asoma a un futuro abismo:
- La primera es que no aprendemos de nuestros errores. España sufre una mayor recesión que otros países por culpa del famoso ladrillo. Constructores y promotores ávidos de plusvalías compraban suelo a precio de oro (que se trasladaba al precio de platino de los pisos) y las familias se endeudaban hasta las cejas para comprar esos pisos que les aseguraban que valían 350.000 euros, pero qué más daba, los tipos de interés estaban bajos y había hipotecas a 30, 40 y 50 años y bancos y tasadoras dispuestos a hacer trampa para que se pudiera recibir (y pasar a deber) el 100% del importe del valor de compra.
La crisis empezará a pasar, el euríbor está en mínimos históricos y ya está ahí un nuevo peligro. http://www.cincodias.com/articulo/mercados/euribor-situa-media-provisional-septiembre-1284-baja-historia/20090910cdscdsmer_8/cdsmer/
Nuevas familias se endeudarán con hipotecas de 1.000 euros y más al mes con tipos de interés fabulosos, y cuando pase la crisis y venga otro período inflacionario, el Trichet de turno subirá los tipos sin compasión, y más de una familia verá cómo, tras hacer números, se encuentra con que o paga la hipoteca y come un poco de arroz y nada de alegrías consumistas, o se enfrenta al embargo sin remedio. Y otra vez está ahí la razón de una nueva crisis: cuando muchas familias no pueden consumir porque se gastan todo en la hipoteca, el consumo interno se desploma, la demanda agregada lo nota, y ya estamos como en estos meses de 2008 y 2009.
- La segunda razón es de falta de previsión y de tozudez en no primar la I+D+i a toda costa. Nos enfrentamos a un colapso de las energías que hoy usamos mayoritariamente, energías que importamos por faltarnos su materia prima (petróleo, gas). Los 146 dólares que costaba un barril de petróleo en verano de 2008 serán una broma comparados con lo que pasará cuando, volviendo la expansión económica, vuelva a crecer la demanda y la oferta vaya reduciéndose poco a poco por el agotamiento de las fuentes.
España no se ha preparado para ese futuro cercano. Zapatero hablaba ayer en el Parlamento de su ley de Economía sostenible. Pero no se da cuenta de que España tiene fuentes alternativas, sí (eólica, solar...), pero estas fuentes, de momento, son caras. Eso minaría la competitividad de España en el mundo. Necesitamos investigar para hacer que el coste de la energía solar o la eólica sea rentable, y que los picos de producción puedan ser cubiertos de alguna manera por otras fuentes (un día sin sol y sin viento produce poca energía...). Me comentaba alguien que entiende de esto que el problema de poner energía solar en casa es que, cuando empezarías a amortizar la inversión, con la tecnología actual, ya te tocaría cambiar las placas por haber llegado al final de su vida útil, con lo que no se rentabilizan. Y eso sólo se puede resolver investigando para conseguir esa rentabilidad. Placas más eficientes y que duren más.
Nos veremos (o leeremos) en 10 años, y seguro que hablaremos de un nuevo mundo, energéticamente hablando. Y me temo que España estará a la cola de los más preparados para ese cambio. Y ahí, la crisis, puede no llegar a recibir ese nombre. En Argentina se llamó corralito, y aún no han salido del problema...

lunes, 1 de junio de 2009

Lavando dinero negro

Parece ser que ha llamado mucho la atención el caso de un jubilado inglés dedicado al curioso "arte" de bailar breakdance. En sí puede ser noticia el hecho de que un anciano de 73 años baile breakdance sin que se le quiebren los huesos y se trague la dentadura postiza al primer intento. Pero el caso es más espectacular, de titular de la prensa. Este venerable anciano (parafraseando a Millás, ¿qué querrá decir venerable anciano?) no sólo se sacaba un "sobresueldo" como bailarín de breakdance en clubes nocturnos ingleses, sino que, toma ya protagonista de novela picaresca, vivía desde hace años del cobro de una pensión de invalidez de unos 1.200 euros.
Nuestro protagonista logró la invalidez por algún problema en una pierna. Sus vecinos debían saber que tanto como inválido... pues no, pero no iban a denunciarle, cuando cualquiera de ellos hubiera querido lograr lo mismo. Pero al hombre le pudo su afán de superación. En un momento en que le dejó una novia (ya siendo hombre de provecta edad), se empezó a revolcar por el suelo... y... ¡carallo, que diría un gallego! ¡Si resultaba que era un as del breakdance! Era capaz de bailar de espaldas, con el cuello... vamos, un pandillero más del Bronx. En un momento determinado, empezó a sacarse unas perrillas gracias a su recién descubierta habilidad... hasta que le pudo la ambición. Se presentó a un casting de ésos que seleccionan personas para un concurso de televisión (capaces de cantar Ken Lee en vez de Can't live o de hacer el baile del gorila) y llegó a semifinales. Es el mismo concurso en el que se ha hecho archifamosa una tal Susan Boyle (hasta yo, que vivo sin televisión desde hace más de 8 años, he sido infectado por la gripe porcina televisiva... es imposible no acabar sabiendo quiénes son los nuevos fenómenos catódicos...).
Y ahí saltó la liebre. Alguien debió darse cuenta de que ese vejete simpático era un defraudador, que llevaba años viviendo de una pensión de invalidez a la vez que trabajaba de "bailarín". Más morro que un oso hormiguero. Parece ser que el futuro que le queda no será de inválido... esperemos que le quede salud para bailar muchos años más, o tendrá que descubrir nuevas habilidades para sobrevivir.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el título de la entrada? Pues hay una razón. La falta de control de los Estados sobre el dinero que pagan y sobre el dinero que deberían ingresar. Ahora mismo habría mucho dinero para planes E si las inspecciones fiscales y laborales funcionasen de verdad. Este "simpático" británico pudo estar años haciendo lo que hizo gracias a que nadie supervisó realmente su problema. No se habrá hecho un adecuado seguimiento ni control de sus ganancias. Es como la sorpresa que se llevan los partidos políticos cuando uno de su cuerda "cae" en una red de corrupción. Se hacen los incrédulos, cuando algo deberían sospechar si quien es detenido llevaba años cobrando 100 y gastando 10.000, con coches, casas y vacaciones a todo trapo. Y fumando billetes de 500 euros.
Hace poco visité una ciudad con mar, un lugar al que voy casi cada año en verano. Fueron dos días con sol, que necesitaba, aunque duros para una dolencia que tengo en la mano, ya que los dolores se agudizaron. Pero de allí lo que me traje fue una sospecha. Y si yo estuve dos días y vi lo que vi... ¿nadie de quien debería velar por el interés general hace inspecciones?
Ya me llamó la atención el día de llegada, entrada la noche, en que tuvimos que comprar pañales de urgencia. Encontramos un supermercado abierto, que conocía de otros años (pero abierto a las 11 de la noche, ya era algo raro). El personal había cambiado. Todos de la misma nacionalidad, que están haciéndose presentes en muchos otros negocios de la venta al por menor, el ocio y la hostelería. Todos, supongo yo, manejados por alguna mafia que los controla. Como en el negocio del top manta, en el que los que venden no son más que unos pobres explotados por redes que se están haciendo de oro con el tráfico ilegal.
En un bar del paseo marítimo, con personal del mismo país, pedí un agua mineral. Pregunté cuánto era: "un euro y sesenta céntimos". Ya el precio era suficiente para llamar a los GEOS, pero como uno es tranquilo, decidí aceptar las reglas del mercado: "tengo una sed que me muero, hace mucho calor y no me apetece pegarme un paseo hasta el próximo bar para comprobar que me van a clavar lo mismo que aquí".
Pero algo me llamó la atención. Tras las dos milésimas de segundo que tardé en abrevar los centilitros de agua de la botella, fui a pagar. El camarero que me cobró era otro, y pensé que se había equivocado: marcó en un papel a bolígrafo "3,20 euros". Se fue a la caja, y marcó 3,20 euros. Y me dio la vuelta de mi billete de 5 euros: 3,40 euros. O sea: me cobraron bien (carííísimo), pero marcaron el doble de ingreso en el papel y en la caja.
Con ello, ¿qué consiguen? Pues está claro: declararán más ingresos de los que realmente tienen. No compran esos negocios para ganar dinero con ellos. Los que los compran ponen allí a sus esclavos (como los del top manta) para utilizar esos negocios como vía para el lavado de dinero negro. Es fácil: si gano 1.000 euros con actividades ilícitas, ése es un dinero que escapa al control estatal, es dinero negro que hace falta pasar por la lavadora. ¿Cómo lo hacemos? Pues a través de una actividad legal (un bar, un taller mecánico, una tienda de frutas...) en la que declaramos muchos más ingresos de los que realmente tenemos. Luego se hacen los ajustes contables que haga falta (el que ha estudiado contabilidad y la ha aplicado a nivel empresarial, sabe que ésta es muuuuuuuy flexible, y si no que se lo pregunten a alguien de Enron o de otras muchas empresas quebradas por artificios contables...) y ya tenemos dinero limpito.
¿Y hay algo que hacer ante estos manejos? Pues inspección. Gente que controle la actividad de los negocios. Que no me cuente el tabernero de la esquina que por su bar pasan cada día 1.000 personas, porque cada vez que paso por ahí veo a los mismos jugando a las cartas y al mismo ludópata dejándose el dinero en la tragaperras... Hace falta que desde la Administración se vean claros los focos de blanqueo y de actividad sumergida... y palo al canto. Que hacen falta otros 8.000 minoyes para el Plan E 2ª Parte... (no habéis visto nada más terrorífico desde Viernes 13 9ª parte...).

jueves, 28 de mayo de 2009

Plan E, dádivas, cortoplacismo. ¿Apostando por el futuro?



El gobierno español comenzó, antes del inicio de este proceso de recesión, que se llegó a definir como de "desaceleración acelerada" (toma ya oxímoron), la puesta en marcha de diversas políticas expansivas (o eso creían ellos), que fueron ampliadas en el famoso Plan E y que se complementaron en el "Debate sobre el estado de la nación" en el Congreso.
Voy a hablar de varias de estas iniciativas, de su falta de tino, de cuáles podrían ser otras alternativas, y de lo que se ha anunciado como posibles nuevas medidas.
Ya dije en una anterior entrada que las decisiones sobre los 400 euros o el cheque bebé de 2.500 euros, tomadas de forma indiscriminada, son contraproducentes. Darle, por ejemplo, 2.500 euros a Rafa Nadal si es padre, no es que vaya a servir para impulsar la economía española... O "regalarle" 400 euros a Francisco González, patrón del BBVA, es como si a mí me dicen que me rebajan un céntimo si me animo a comprar ya mismo un piso de 600.000 euros, ¡qué ganga! Y lo malo es que aquí se van 6.000 millones de euros, con la falta que hay de esos fondos para acciones perentorias en un momento como el actual. La falta de tino de estas dos iniciativas reside en la distinta propensión marginal al consumo que tiene la población. Las rentas altas tienen una propensión "tirando a cero", es decir, si ganan un euro más, no lo gastan (ya ganan bastante y no gastan todo lo que ganan). Sin embargo, las rentas bajas gastan todo lo que les llega. Tienen una propensión marginal al consumo del 100%. Un euro más ganado es un euro más gastado. Por eso, sería más útil, yendo al extremo, dar una ayuda por nacimiento de 5.000 euros a Matilde Pérez, por poner un ejemplo, madre soltera con sueldo de 700 euros al mes, y rebajarle 800 euros de impuestos, y suprimirle esas ayudas a Futbolista Rico Fernández, que acaba de ser papá, y que cobra un sueldo de 7 cifras al año.
El Plan E pretendía ser aún más ambicioso. Pero dentro de este Plan, con ciertos aciertos, se mezclan errores de bulto.
Lo primero que debería buscar un plan de este tipo es que sirva para el futuro, que no ayude durante un mes, dos meses, 6 meses, y que luego los 8.000 millones se queden en nada. Deberían servir esas ingentes masas de dinero para conformar una apuesta por la innovación, por la menor dependencia energética, por la búsqueda de solución a males endémicos.
Un ejemplo claro de lo que pasa lo encontré en una noticia local hace unos días. En un pueblo de la provincia de León habían usado ya la ayuda del Plan E. 30.000 euros, no era gran cosa. Pero en calderillas se acaban yendo fortunas. La ayuda la habían dedicado a poner un parquecito infantil de ésos que crecen como setas en las ciudades: los mismos toboganes con casitas, los mismos juegos... y el acondicionamiento del lugar. Total, las obras habían durado 1 mes, con contratación de una empresa que ocupó a dos trabajadores de plantilla (no generó nueva contratación) y a otros dos trabajadores (contrato por obra, 1 mes trabajando, y luego al paro).
¿Qué se ha conseguido con esa ayuda de 30.000 euros? Como dinamizador de la economía, bien pobre: sacar del paro durante un mes a dos trabajadores. El parquecito está bien, pero auguro que en cuatro años, como los demás, empezará a mostrar señales de abandono. Porque hacer cosas requiere luego mantenerlas, arreglarlas... y para eso no hay dinero, que no hay inauguración y por tanto rédito político.
Además, a la administración le acaba saliendo caro lo barato. Se contratan obras a empresas que subcontratan, que pagan mal a los trabajadores... y al final, de los 30.000 euros, realmente son productivos menos de la mitad. Un ejemplo lo veo claro en la externalización de servicios de las administraciones: si tienen un trabajador de limpieza de personal laboral, ese trabajador no es ni mileurista. Pero si se contrata a una empresa para que haga el servicio de limpieza, la empresa puede recibir unos 1.800 euros a mes o más, y el trabajador de la empresa puede ganar menos de 800 euros al mes.
Yo creo que esos 8.000 euros deberían haberse gastado mejor. Es como si a alguien poco reflexivo, que anda viviendo pobremente, le decimos: "toma, 2.000 euros, para gastar". Y va y se pega un cenorrio en un tres estrellas Michelin, se va de vacaciones al Caribe y vuelve bronceado pero con más deudas que antes. Al menos, si le obligamos a gastarlo en un máster de formación, quizás eso le ayude a mejorar sus expectativas de futuro...
Ejemplos de en qué invertir el dinero se me ocurren varios:
- Somos un país con serios problemas de agua y desertificación. Un año como éste en que ha llovido más se nos olvida. Pero en 20 años tendremos serios problemas. Y lo malo es que en la agricultura se va un 70% de ese agua, y sólo el 5% a uso en el hogar. Un primer destino podría ser modernizar toda la red de canalización de aguas (obsoleta, con fugas múltiples, con canalización al aire libre...) y apostar por técnicas más eficientes de riego, como el riego por goteo, en los cultivos que lo permitan. Un agricultor difícilmente apostará por ello, ya que una inversión en tiempos de crisis es muy difícil, y más con la banca cerrando el grifo de los créditos. Pero si es el estado quien ayuda a realizar esas inversiones, quizás sería más fácil.
- También tenemos un grave problema de envejecimiento de población. Miremos a un país cercano, Francia. Allí no tienen el mismo problema, porque hay políticas que fomentan la natalidad. Aquí se penaliza. ¿Qué mujer se atreve a ser madre en plena crisis, con miedo a perder su trabajo? Un paseo por una ciudad gala nos muestra a parejas jóvenes con 3 y 4 hijos con facilidad, y no es por influencia de religiones más o menos integristas. Simplemente, allí les ponen más fácil ser padres.
- Somos un país muy dependiente energéticamente hablando. También se nos olvida el lejano verano, con el petróleo superando 140 dólares por barril y augurando el final de la era del petróleo. Pero ese final llegará, y España se enfrenta a un estrangulamiento energético grave. Hay que empezar a sembrar para el futuro (bien cercano): todas las viviendas deberían ir siendo autosuficientes, energéticamente hablando. Paneles solares, aprovechamiento de la energía de las olas, energía eólica marina, geotermia... (¿sabías que, con un terreno mediano, si se hacen dos "chimeneas" subterráneas se puede calentar una casa? El aire se calienta solo, sin necesidad de aplicarle energía. Conozco un profesor francés que lo hace. Como él tiene poco terreno, ha hecho dos "agujeros" de 60 metros de profundidad; un solo tubo debe tener 120. Pero no vive en una zona con suelos especiales, ni con acción volcánica: vive cerca de Poitiers. Eso son soluciones simples pero eficaces). Hay que llegar ya al futuro, y ese futuro será sin petróleo o con éste a un precio prohibitivo. Las energías que no eran eficientes con el petróleo a 10 o 40 dólares por barril, si lo serán, comparativamente, con el petróleo a 100 dólares.
- Somos un país que se está despoblando en el ámbito rural: malas comunicaciones, falta de servicios... Quizás la gente joven no se marcharía de las poblaciones pequeñas si allí hubiese colegios, centros de salud, buenas infraestructuras...
Y dejo para el final la boutade de los ordenadores portátiles para los alumnos de 5º de primaria. Ordenadores "para ellos, para que se los lleven a casa". ¿Cuánto durarán esos ordenadores? ¿Quién los usará en casa? ¿Para qué se van a usar? Y mientras, las aulas sin pizarras digitales y aulas de ordenadores con dos alumnos por ordenador. Yo hice las cuentas el otro día, de una forma sencilla. Se acusa a los profesores de usar poco los ordenadores, y se habla de ratios de 5 alumnos por ordenador. Quienes hablan, poco saben de lo que pasa en las aulas. Un centro de Secundaria de tamaño medio tiene unos 20 grupos. No he conocido ninguno de ese tipo con más de 2 salas de ordenadores. A la semana hay 30 horas de clase, es decir, con 20 grupos, entre todos tienen 600 horas (en realidad hay más, pues en las horas de optativas los grupos se desdoblan). Las aulas de ordenadores, a tope toda la semana, dan para 60 horas de uso. Por tanto, simple es la cuenta: cada grupo, con 30 horas de clase, podría ir al aula de ordenadores un máximo de 3 horas a la semana, a repartir entre todas las materias (una media de 9). O sea que a cada materia le tocaría una media de 1 hora cada tres semanas para ir a usar el ordenador. Esa es la realidad.
Y luego está la ratio profesor/alumno. En un centro con 600 alumnos y 60 profesores, en teoría a cada profesor le tocan 10 alumnos. Falso. Tendrá 25 alumnos en un grupo, 28 en otro... Yo tengo 120 este año. ¿Educación individualizada? ¿Corregir 120 cuadernos, trabajos, exámenes cada poco? ¿Estar al tanto de los problemas de aprendizaje de 120 alumnos? Y encima, tras múltiples cursos de Powerpoint, Pizarra digital interactiva y la repera, resulta que en mi centro, para unos 800 alumnos, hay ¡una! pizarra digital. ¿Será para enseñarla el día internacional de las NN.TT.? Si es que los gobernantes no se enteran...
Ese dinero que se va a gastar en ordenadores para los alumnos, debería ser para dotar a los centros. Lo mismo que no regalamos dinero a los bancos, sino que se lo prestamos... ¿o no?

jueves, 21 de mayo de 2009

Futuro de las pensiones: ¿pensiones sin futuro?

Las palabras del Gobernador del Banco de España, más conocido por MAFO, sobre los problemas futuros de las pensiones en España, han hecho saltar las alarmas y han abierto definitivamente la Caja de Pandora. Una discusión que lleva años de retraso, pues nadie se atreve a "ponerle el cascabel al gato", que hay muchos millones de pensionistas y eso significa muchos millones de votantes.
Hace ya tiempo que se discute cuál es el modelo ideal para los sistemas nacionales de pensiones. Por un lado está el sistema de reparto, como el español. Las pensiones actuales las pagan los cotizantes a la Seguridad Social actuales. Se dice que no ha habido problemas para financiar las pensiones en estos años debido al imprevisto aumento de la población activa que se ha dado en los últimos 8 años. Recuerdo que hace 10 años las previsiones de población para España es que rozaría los 40 millones, y luego esa población empezaría a descender, incluso hasta los 36 millones. No contaban los "expertos" con el boom de la economía española, y sobre todo de su construcción. Se han necesitado muchos trabajadores, que en gran parte han sido inmigrantes. Y se produjo con ello un doble efecto: más población en general, más población activa, y además un repunte de la natalidad, que llegó a ser la menor del mundo con Italia, debido por un lado a que los inmigrantes tienen más hijos, y por otro a que mi generación, que dejó para más tarde eso de tener hijos, al final se puso a tenerlos. Todo ello nos ha llevado a ser un país de más de 45 millones de habitantes, en el que la "Caja" de la Seguridad Social ha ido generando sucesivos superávits, que en parte se han dedicado a hacer un fondo para cuando la situación se invierta, y no hacer peligrar el pago de las pensiones.
Surge un problema: ¿qué hacer en un país que será en el futuro de los más envejecidos del mundo, en el que se prevé que cada trabajador mantenga un pensionista? ¿Será mantenible el sistema actual de pensiones? ¿Será mantenible un sistema que generará cada vez más gasto pero en el que los ingresos crezcan a un ritmo bastante menor?
En otros países, se optó por un sistema público de pensiones por capitalización, en vez de reparto. El trabajador va generando un fondo para su pensión futura, fondo que se capitaliza para que el dinero no pierda poder adquisitivo. Hasta en España se habló hace meses de invertir parte de esa "Caja B" de las pensiones en la Bolsa, para revalorizar la "hucha". El desplome de los mercados de valores ha dejado para mejor ocasión el tema. Y en Suecia empiezan a ver el fallo del sistema: la deflación en el mercado bursátil ha hecho descender el valor de lo capitalizado en un 30%. Pero el Estado garantiza el cobro de las pensiones, luego ¿para qué se va a capitalización si, en el caso de que sea negativo su efecto, el Estado tenga que sufragar las pérdidas?
Desde hace años, se recomienda completar la futura pensión pública con un fondo privado de pensiones. Para evitar perder poder adquisitivo en el futuro, empezar a ahorrar desde ahora. El fallo está en que, por un lado, aunque haya desgravaciones fiscales, es evidente que eso rebaja la renta disponible de las personas para consumo actual: se reduce su consumo y se genera menos actividad económica. Por otro lado, su dinero es invertido en activos que pueden ser como los de Madoff: en un tris trás, te ves con el culo al aire.
El Banco Mundial proponía en 1994 un sistema de pensiones público sólo para pensionistas pobres (como la "sanidad" americana), otro obligatorio de capitalización hecho con cotización de los trabajadores pero de gestión privada, y un complemento voluntario en forma de fondo de pensiones. O sea: la pensión se privatizaría. Y estaría al vaivén de los efectos de los mercados de valores. Al que le tocase jubilarse en una recesión, podría ver reducidos sus emolumentos en un 40%, mientras que el que se jubilase en plena expansión, inicialmente estaría contento. Pero... ¿y si quiebran esos fondos de pensiones privados? ¿Quién resarce al jubilado? Ya comenté alguna vez que en España los antiguos trabajadores del Instituto Nacional de Previsión, más tarde I.N.S.S., estuvieron años pagando una mutualidad para complementar sus pensiones futuras. Años de cotización que quedaron en forma de humo, pues la mutualidad quebró, desapareció, y el dinero se esfumó (como con Madoff, vaya).
En la "propaganda" que se hace de los fondos privados de pensiones no hay un debate neutral. El columnista de Financial Times, John Kay, reflejaba los intereses de grupos conservadores americanos y de la banca en fomentar el miedo y la incertidumbre. Si la gente empieza a hacer fondos de pensiones privados en masa, ¿quién se beneficia de ese dinero? Está claro que es negocio para los intermediarios financieros.
Por tanto, ma declaro partidario de un sistema de pensiones como el español, de reparto y con la garantía del Estado. Eso no significa que no haya que cambiar nada, ya que el sistema nos dicen que peligra a partir de 2025, cosa poco tranquilizadora para alguien que no ha cumplido aún los 50 años.
En primer lugar, es increíble que se sigan permitiendo jubilaciones como las de la banca, Telefónica, multinacionales de alimentación y farmacéuticas... Hace poco, me encontré con un conocido de 54 años, recientemente prejubilado. Era delegado de ventas para Madrid de una multinacional. Decía que estaba encantado: se iba a su casa cobrando lo mismo que trabajando. No se sabía nada del plan para librarse de unos 20.000 trabajadores en todo el mundo: éstos no protestaban ante tratos tan ventajosos. Eso por no hablar de los trucos de mandar dos años al paro al trabajador para luego hacer no sé qué triquiñuelas y que al cabo sea el Estado el que sufrague las bajas.
En segundo lugar, no se nos puede pedir a los trabajadores de hoy que paguemos pensiones de 2.000 euros a gente que tiene unas magníficas pensiones complementarias, y que nos conformemos con que nuestras pensiones en el futuro sean de 1.000. Habrá que repartir el esfuerzo, ¿no?
En tercer lugar, hay que racionalizar. No se puede crear la categoría "jubilado", como si todos fueran iguales. Hay jubilados "de oro" y otros de miseria. Sin embargo, todos reciben el mismo trato. Por ejemplo, transporte gratuito o subvencionado municipal, medicinas más baratas, tarjeta dorada, viajes del IMSERSO... ¿Por qué este despilfarro? ¿No puede pagar un billete de autobús un jubilado leonés que cobre 2.000 euros de pensión pública más otros 2.000 de pensión privada y sí debe pagarlo un joven trabajador con un contrato de S.M.I.?
Debe empezar a quitarse el apelativo de jubilado con todos los privilegios a quienes tienen rentas altas. Más cuando es en gran parte de los casos gente que ya tiene pagada su vivienda (comprada antes del boom inmobiliario) y que no tiene menores o estudiantes a cargo. Debe empezar a tratarse caso a caso el tema de los pensionistas. Igual que yo no recibo una ayuda de libros para mis hijas por superar el nivel de renta, ¿por qué no se hace lo mismo con las "clases pasivas"?
Somos el país del pan y circo. Conozco jubilados con un alto nivel de renta (que incluso siguen trabajando "en B" porque dicen que si dejan de trabajar se mueren) que hasta se van de viaje a Italia con excursiones subvencionadas por la Comunidad Autónoma. Y tienen termalismo, y clases de tai chi, y la repera bendita. Y tú mandas a tus hijos a la escuela municipal de música y te dejas los higadillos, o te suben un 40% en un año el comedor escolar, y a apechugar, que para eso eres trabajador en activo.
Una solución al problema futuro de las pensiones lo daba hoy en una carta al Director en el diario El País Jordi Roca Jusmet, Catedrático de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona. Nos cuenta que la crisis financiera ha hecho más evidente que los sistemas públicos de pensiones pueden sufrir muchas tensiones dependiendo de las evoluciones demográfica y económica pero nada comparable a la incertidumbre de confiar la jubilación a inversiones en los mercados financieros. Menos Madoff y más Caja de la S.S. Y frente a los que opinan que un sistema como el nuestro no es viable si los compromisos de pago crecen a mayor ritmo que la masa salarial que sustenta estos compromisos, debiendo por tanto reducir los gastos (menores pensiones), propone que una alternativa evidente es aumentar la cotización media, ¿por qué el ajuste ha de venir necesariamente por el lado de los gastos y no por el de los ingresos? Es decir, aboga por evitar un posible problema con el cobro de la pensión incrementando las cotizaciones. Es una idea.
Yo, desde luego, prefiero cotizar más si me asegura el Estado la pensión pública y de un nivel como las actuales, que aventurarme a comenzar una cotización mediante sistema privado de pensiones, que no esté asegurado por vía estatal, y que me pueda ver en el futuro protestando como los de BANIF, que vieron cómo lo que creían "inversiones seguras" eran fondos de inversión Madoff, es decir, como jugar a la ruleta (¿rusa?).

miércoles, 13 de mayo de 2009

¿Compramos vivienda o alquilamos?



Hace ya algunos años que empezó a plantearse en España la disyuntiva de si era más conveniente comprar una vivienda o alquilarla.
La discusión hace 30 años era distinta. Los tipos de interés eran muy altos, no como ahora, y mucha gente compraba tras años de ahorro, en los que estaba de alquiler. Otros compraban mediante una hipoteca, pero no era un tipo de préstamo tan corriente como lo es hoy en día, en que es casi imposible comprarse un piso sin pasar por el banco. Lo realmente diferente con respecto a ahora es que la proporción de renta que se llevaba la compra de un piso era pequeña en comparación con lo que en la actualidad tiene que dedicar una pareja media para adquirir su vivienda. Me decía un día una vecina que, cuando ella y su marido compraron su piso hace 32 años, la compra les supuso más o menos lo que ganaban anualmente. Unos años después, para la misma pareja, esa compra supondría pagar el sueldo de un trienio (de las dos personas).
Con la enorme subida de precios que tuvieron los pisos en el decenio 1997-2007, la discusión renació. Muchos empezaban a abogar por volver al alquiler. Era impensable que se pagasen, por ejemplo, 1.500 euros al mes por una hipoteca cuando se podía alquilar un piso similar por 900 euros mensuales. Los que no opinaban lo mismo respondían que con los 1.500 euros pagados, el piso sería propiedad del comprador (tras 20, 30, 40 y hasta 50 años de pago de hipoteca; casi que esos 50 años y un día equivaldrían a una "cadena perpetua": el piso nunca será tuyo, será de tus hijos que lo acabarán de pagar), mientras que los 900 euros al mes pagados por el alquiler serían un dinero perdido. Si al menos existiese algo similar al leasing de pisos, en que el pago realizado sirviese para minorar el precio final de compra en caso de que ésta se hiciese...
Tras el derrumbe del mercado de la vivienda, son cada vez más las voces que abogan por una vuelta al mercado del alquiler. El gobierno, a través de su Ministra de Vivienda, es uno de los promotores de este retorno. Se aduce, entre otros argumentos, que España es el país europeo en el que más gente tiene vivienda en propiedad, cuando el porcentaje, por ejemplo, de alemanes que vive de alquiler es mucho mayor.
Habría que discutir mínimamente este último argumento. En España es verdad que la gente compra más (aunque habría que contar con el hecho de que, como país eminentemente turístico, hay mucha segunda vivienda en propiedad, tanto de españoles como de extranjeros). Pero existe un sesgo importante: debemos ser el país en el que la gente, con diferencia, más tarda en irse de casa de papá y mamá. Ahí surge una diferencia importante. Mientras que un inglés o un alemán joven se van antes de casa, con lo que suelen alquilar su vivienda por falta de posibilidad de compra, el mismo joven españolito está muy contento en casa de sus padres, esperando a comprar su piso cuando tenga 35 años, porque con los sueldos mileuristas españoles, y las ganas de fiesta que tenemos, la verdad es que es difícil comprar el piso.
Yo voy a justificar la razón por la que creo que, en general, es primordial COMPRAR nuestra vivienda, y no vivir toda la vida de alquiler.
Está claro que es duro tener que sacrificar los mejores años de nuestra vida (cuando somos más jóvenes, quizás tengamos pareja y la falta de hijos nos permita viajar, la llegada de posibles hijos y sus ilusiones...) pagando una hipoteca que suele llevarse una buena parte de nuestras ganancias. Pero también está claro que, cada año que pasa, y salvo catástrofe en forma de subida galopante de los tipos de interés, la cuota mensual de la hipoteca suele llevarse cada vez una parte menor de nuestra renta disponible. Si aguantásemos esos 30, 40 años pagando la hipoteca, nos daría la risa al final de la vida del préstamo. Como el que recuerda lo que ganaba hace 30 años, o como cuando yo les digo a mis hijas que iba al cine con 25 pesetas en el bolsillo hace 35 años. El banco, a partir de la mitad de la vida de la hipoteca, se suele poner nervioso. Como pagamos por el sistema francés de amortización de préstamos, al principio pagamos muchos intereses, y muy pocos al final. Y si alargamos el préstamo en vez de amortizar anticipadamente, el banco empieza a perder rentabilidad en la operación. Por ello, sospechosamente, siempre empiezan a mandar cartas ofreciéndonos amortizar estos préstamos cuando ya no les interesa seguir con ellos (yo recomiendo esperar hasta el último día...).
Sin embrago, los alquileres, pasada la ley aquélla de los arrendamientos urbanos antiguos, en que no se podían subir éstos más que miserias, y así había gente pagando 1.000 pesetas por pisos en pleno centro de León en el año 2.000, no dejan de subir. Si hoy pagamos 600 euros por un alquiler mensual de un piso, no dudemos que, en 30 años, ese alquiler costará más de 1.500 euros.
¿Y cuál es el principal problema? El de la entrada prometida y demorada: nuestra pensión. La mayor parte de la gente, salvo privilegiados como Corcóstegui, que salió del BSCH "jubilado" con 100 millones de euros, pierde poder adquisitivo al jubilarse. El día antes de jubilarse ganaban 100 y al día siguiente pasan a ganar 70. Si tienen la suerte de haber acabado de pagar su piso, eso supondrá que la pensión mensual quizás les llegue para vivir módicamente (eso si los hijos no siguen estudiando o no los sacan de casa ni los GEOS...). Pero... ¿y si han vivido toda la vida de alquiler? Sólo les salvará si han dedicado la diferencia de pago al ahorro seguro (y recordemos que los fondos de inversión dan alegrías y también provocan suicidios) para complementar su pensión. Pero si no ha sido así, tendrán que dedicar su pensión, que quizás no será muy "alegre" en el futuro y que sólo se actualizará al I.P.C. como máximo, a sufragar gastos crecientes, con un alquiler de la vivienda que puede crecer a veces a mayores porcentajes y con la inseguridad de seguir en el mismo piso o tener que cambiar, pagando la diferencia a otro quizás mucho más caro, porque la ley no nos asegura hoy en día que podamos estar toda la vida en el mismo piso alquilado.
Eso sí, cuidado con lo que se hace: con el euríbor en mínimo histórico, el que compre hoy en día tiene que tener claro que a no mucho tardar, su cuota mensual tiene que subir, en algunos casos hasta 200 y 300 euros al mes. Por tanto, una recomendación: nunca hay que endeudarse hasta el cuello, podemos perderlo. Siempre hay que endeudarse como mucho en un 30-35% de la renta cuando se está en tipos tan bajos, porque en cuanto éstos suban, ese porcentaje subirá al 40, 45 y más. Y ahí empiezan los problemas...

viernes, 8 de mayo de 2009

¿Trabajar más o trabajar menos?

Había prometido una entrada hablando de las pensiones, pero voy hoy a tratar un tema algo relacionado, para a continuación, espero que en un par de días, tratar a fondo el tema de nuestras futuras e impredecibles ganancias.
Si nos dedicáramos a contabilizar palabras que aparecen hoy en cualquier periódico, observaríamos que el contador de la palabra "crisis" estaría seguro en el podio de las más numerosas. Todos a hablar de la crisis, todos a buscar soluciones, y ninguno encontrándolas. El B.C.E. ayer bajó los tipos al 1%, y como eso ya no sirve como medida de política económica, no va a animar al muerto, ha decidido (a buenas horas, mangas verdes) abrir el "cajón" de las medidas menos habituales. Así soy yo Presidente del B.C.E., Sr. Trichet: tras meses de subir tipos, cuando debería haberlos bajado, ahora se da cuenta, ya metidos en el fango, que la simple bajada de tipos no sirve para inyectar liquidez en el sistema. Como algún medio ha dicho, Trichet "da a la máquina de fabricar dinero": comprará activos de los bancos a cambio de parné del prestable, y a su vez prestará dinero a más tiempo. A ver si esta vez logran algo.
Pero en la U.E. son conscientes de que ningún país está encontrando la vía de moderar la recesión, el fantasma de la deflación acecha (la bajada de precios es como el hombre del saco para los economistas: si la gente sabe que los precios bajarán, sus decisiones sobre consumo duradero se pospondrán, y la espiral de crisis se agravará) y empiezan a aparecer las soluciones "originales", las que estaban proscritas hasta hace poco. Hasta el gobierno dirigido por una conservadora de un país como Alemania, donde ya se habla de un descenso del P.I.B. del 6% al final de año, quizás esté dispuesto a "aceptar pulpo como animal de compañía", apuntarse a políticas denostadas como las puestas en marcha por los socialistas franceses hace unos años.
Resulta que la recientemente concluida Cumbre sobre el Empleo de la U.E. (¿no sería más realista "sobre el Desempleo"?) se ha elaborado un Decálogo que es más de lo mismo: vaguedades, intenciones, palabras bienintencionadas. Poco más. Pero en ese decálogo se advierte, en su primer punto, algo "original". El punto aboga por "El mantenimiento del empleo en empresas con caída de actividad ajustando las horas de trabajo y aprovechando la baja carga laboral para promover la formación continua de los trabajadores". Más claro, agua: las 35 horas francesas. Si "sobran trabajadores", no despedirlos. Reducir la carga laboral, es decir, reducir su horario laboral, repartir las horas de trabajo totales entre el total de la plantilla, y aprovechar ese sobrante para formar a los trabajadores.
Estoy perplejo. Que desde la U.E. se proponga esto, allí que hasta hace poco se estaba discutiendo si permitir una jornada de 65 horas semanales, es algo cuando menos sorprendente. El propio Presidente francés, Napoleón IV (perdón, Nicolás Sarkozy) prometió en campaña electoral acabar con la ley de las 35 horas, culpable en parte para él del estancamiento del otrora pujante país galo. Pasados ya dos años desde la victoria de Sarko el 6 de mayo de 2007 sobre Royal, la verdad es que no se ha derogado tal medida, ni se sabe nada sobre su posible supresión. Esperando a Godot.
O sea, que ahora la solución a la crisis es evitar los despidos trabajando todos un poco menos. Me parece bien eso de trabajar menos, pero... ¿sin contrapartida? ¿A costa de reducir salarios? (dudo que los trabajadores aceptaran tal medida). ¿Aceptando una rebaja de la productividad? ¿Logrando que los trabajadores cambien menos trabajo en tiempo por más trabajo en calidad, concentración? ¿Una hora menos al día a cambio de que los trabajadores no consulten internet, Facebook, E-mail, etc. en su mesa de trabajo? La medida es un brindis al sol. Eso sí, yo me apunto el primero. Mejor: que hagan los viernes no laborales, y así tendríamos en algunos casos tres días de fin de semana, y ya se sabe que los fines de semana la gente gasta más, consume más... Dejamos la jornada laboral en cuatro días semanales, 9 horas por día, procurando que haya sólo media hora para comer (así, la gente tendrá que comer fuera de casa y gastará, que es de lo que se trata) y dejamos el calendario con los viernes, sábados y domingos libres. Y a gastar, de puente, todos en coche a la playa. De nada por la idea, sesudos señores de la U.E.
Eso sí, mientras ahora hablan de trabajar menos cada año, ya nos avisan de que tendremos que trabajar más, pero en años. Vamos, que llevaremos a los biznietos al trabajo, porque ya no nos quedaremos a cuidarles en casa mientras nuestros hijos y nietos trabajan. Ya se habla de 70, pero si las cosas van mal, no me extrañaría que éstos de la U.E. nos hablaran ya de acabar con las jubilaciones. ¿No es un desperdicio que un jovencito de 80 años esté en casa cobrando por no hacer nada? Aburriéndose, en soledad... Si en el fondo le harán un favor, enviándole a currar un poco...
Parafraseando a los añorados Tip y Coll, "La próxima entrada... ¡Hablaremos de las pensiones!".
http://www.elpais.com/articulo/economia/cumbre/Empleo/UE/concluye/generico/decalogo/medidas/elpepueco/20090507elpepueco_10/Tes

miércoles, 29 de abril de 2009

Cambio de modelo. Causas de la crisis

"La producción masiva debe ser acompañada por un consumo masivo, lo que a su vez exige una redistribución de la riqueza (...) Hacia 1929, una creciente proporción de la riqueza se concentraba en unas pocas manos (...) Pero reduciendo el poder de compra de los consumidores, los acumuladores de capital se negaron a sí mismos la demanda que sus productos requerían para justificar nuevas inversiones. En consecuencia, como en una partida de póquer en la que las fichas se acumulan cada vez en menos manos, los otros jugadores sólo podían seguir en el juego pidiendo crédito. Cuando el crédito se acabó, se acabó el juego".
¿Alguien explicando la actual crisis? No. Marriner S. Eccles, presidente de la Reserva Federal de EE.UU. del 15 de noviembre de 1934 al 3 de febrero de 1948. Es decir, el principal responsable de política monetaria en la salida de la Gran Depresión, nombrado por Roosevelt para afrontar desde el Banco Central americano la salida a la última gran crisis en lo que se llamó el New Deal. Quizás es clarificador encontrar estas declaraciones de hace 75 años para entender lo que hoy pasa en el mundo y, particularmente, en España.
En España se han hecho las cosas muy mal en los últimos 15 años. La última crisis económica nos afectó en 1993. Parte de las causas, internacionales (fue una pequeña crisis global). Pero en España los fastos del 92 (Expo, Olimpiadas, múltiples obras públicas, Ave...) provocaron una mayor "resaca", por el fin de tanta inversión pública sin un sustituto.
El recientemente dimitido ministro de Economía, Pedro Solbes, fue entonces el director de la recuperación, que comenzó en 1994 y siguió en el primer gobierno de la era Aznar. El segundo gobierno de Aznar vivió un leve enfriamiento, que el primer gobierno de Zapatero remontó, con las cifras de paro en mínimos históricos en la época democrática, y récords de afiliación a la Seguridad Social.
¿Y en todos estos años, qué se hizo para asegurar el futuro de la economía española? Nada. El modelo "Construcción masiva + Turismo de sol y chiringuito" bastaba para asegurar un crecimiento del empleo, la riqueza, y además teniendo en cuenta que el sector de la construcción arrastraba a muchos otros sectores auxiliares: cerámica, muebles, material de construcción, puertas, etc. Ese incremento de riqueza también se vio en el parque automovilístico, proliferando cada vez más los Audis, los 4x4 u 8x8 (eso sí, el dinero que se vea...), pero todo se basaba en una enorme falacia.
El incremento del consumo se basaba en el crédito. Con crecimientos en el precio de la vivienda del 18% anual, las familias cada vez se endeudaban más para poder comprar viviendas que, si esperaban, valdrían 10.000 euros más en pocos meses. Pero al no tener suficiente dinero con el 80% del precio que les daba el banco con la hipoteca, las tasadoras inflaban el precio para que el 80% de la tasación diera el 100% del precio de compra.
La gente se volvió loca. Recuerdo que cuando fui a comprar mi coche, el que me lo vendió, un comisionista que vende coches de distintas marcas llevándose pequeños márgenes para lograr vender mucho, me dijo: "Hoy se han llevado ya dos BMW y un Mercedes. Y me llama la atención que lo primero que me pidieron dos de ellos fue si tenía financiación especial para la compra. Yo pienso que el que se compra un BMW o un Mercedes debe tener dinero para comprarlo al contado, ya que es un coche de lujo, pero bueno, ése no es mi problema, yo lo vendo, cobro y el problema será de ellos si no lo logran pagar o mantener, porque son coches de mantenimiento caro". Un sabio, este hombre. Veía la locura del español medio de hace cuatro años: todos a comprar a crédito cosas de lujo, casas de precios inflados, chalets adosados con piscina, la casita en el club de golf... Todo iba bien, para los dos gobiernos pasados y el actual... hasta que todo estalló.
En España nadie se planteó cambiar de modelo de crecimiento. Construyendo al año más que Alemania, Francia y Reino Unido juntos, recalificaciones masivas, costas hiperurbanizadas... ¿podía esto seguir indefinidamente, y más con los precios subiendo por las nubes? Las familias españolas se endeudaron hasta unos límites que, al menor titubeo, han hecho caer el castillo de naipes de la economía española. Nadie pensó en aprovechar la bonanza económica para buscar nuevos modelos de crecimiento, apostar antes por las energías limpias y plantearse un nuevo modelo de energía nuclear (a la que volveremos), más I+D+i, mejora de las universidades... Aquí todo lo mantenía el tirón de la construcción, y cuando ésta ha fenecido, todo se ha ido al garete.
¿Culpables? Enumeremos:
1- Los gobiernos pasados y el actual. Siempre sacando pecho ante los buenos resultados económicos sin pensar que se basaban en el excesivo endeudamiento de las familias, el crédito de las empresas, la preponderancia casi única del sector de la construcción. Y la negación de que el modelo se agotaba, que habría un "aterrizaje suave".
2- La banca y la supervisión del Banco de España. Se ha dado crédito muy alegremente. Dando créditos en tipos de interés al 2%, sabiendo que éstos subirán, no se pueden conceder créditos hipotecarios a gente que se endeuda al 50, 60 y hasta 70% de su renta para comprar casa, como ha llegado a suceder en ciudades como Madrid. Quizás hace falta una ley que impida un endeudamiento mayor al 40% de la renta para comprar una casa. Pero los bancos, en sus estudios de riesgos (y más aún las cajas de ahorro), parece que estaban ciegos, que no vieron dónde se metían. Ahora tienen miles de viviendas embargadas para vender, y eso mina su liquidez y solvencia. Hasta El Pocero se "escapó vivo": de su promoción en Seseña, un fracaso en ventas la primera fase, al final ha sido la banca la que le ha comprado las viviendas a cuenta de los créditos que él pidió, y ahora le toca a esa banca la patata caliente de vender algo, quizás, invendible.
3- Las familias españolas como generalidad, no todas, por supuesto. Cada uno debe ser consciente de lo que puede asumir como compra y no endeudarse en demasía. A mí me puede gustar un piso de 300.000 euros, muy bonito, céntrico y amplio. Pero soy consciente de que comprarlo me asfixiaría económicamente. Por tanto, me busco un piso no tan céntrico, amplio y de 30 años, lo arreglo, y me gasto 130.000. Me puede gustar un Audi A6 que, además, es segurísimo, las 5 estrellas europeas. Pero me tengo que conformar, ya que lo compro a crédito, con un Peugeot 207. Me puede gustar irme de vacaciones al Caribe, 5 personas de una familia. Pero para ir lo tengo que financiar, ya estoy financiando muchas cosas, y mejor me quedo en la costa española. Cosas sencillas, pero que la gente no quiso ver. Todos a endeudarse hasta las cejas, en tipos mínimos, para poder consumir bienes caros.
¿Espabilará este gobierno y el que le siga? Lo dudo. Aún andan a la espera de que las ventas de viviendas se recuperen y que la economía vaya mejor, que los 4 millones de parados no se conviertan en 5. Pero para ello hacen falta unos nuevos Pactos de La Moncloa entre todos, partidos, empresarios y sindicatos, para pasar esta travesía del desierto y erigir, de las cenizas, un nuevo modelo de producción, más productivo, más adaptado a la economía del futuro (tecnología, energías verdes, investigación) y olvidando el pan y circo.

viernes, 17 de abril de 2009

Soluciones ingeniosas. ¿Factibles?


A raíz de una idea que expresaba hoy el actual coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, recordaba yo una anterior expresada no recuerdo por quién (como Umbral, no me voy a levantar a consultar la fuente) con respecto a las actividades ilícitas a nivel planetario.
Entonces ese alguien expresaba una idea: en el mundo es una fuente permanente de conflicto, de violencia y de enriquecimiento ilícito lo que en términos económicos se llama economía sumergida, ya disfrazada de actividad lícita pero escapando al control estatal (trabajos lícitos pero sin contrato, sin declaraciones a Hacienda, sin cotizaciones a la Seguridad Social...) o directamente vestida de actividad ilícita, como el contrabando, el tráfico de armas, de droga...
¿Cómo acabar con todo esto? Esta persona abogaba por una solución que requeriría de algo que entonces no comentaba. Decía que había que acabar con el dinero físico. Que todo tuviera que hacerse a través de banco, con lo que dejaría rastro... Es lo mismo que ahora se quiere conseguir con los móviles en España: que cada dueño de un móvil esté obligado a identificarse, para que se sepa quién hace llamadas... u otras cosas. Le faltaba un dato a aquella proposición: habría que acabar con el secreto bancario de decenas de paraísos fiscales para que la medida fuera efectiva. Si no existiese el secreto bancario y no existiese el dinero físico, sólo las transacciones bancarias, quizás sí sería más difícil el funcionamiento de la economía sumergida. Pero es una medida difícil de articular.
La idea (supongo que no propia) que expresaba Cayo Lara era más cercana a nuestro país. Todo el mundo sabe que España es el país de la U.E. donde más billetes de 500 euros "circulan". No circulan como tales, pero por ahí "andan". Debido a la enorme expansión de los negocios inmobiliarios, el dinero negro que se ha movido en ellos, y el lavado de dinero que algunas mafias, como la rusa, han llevado a cabo en España gracias a este mercado, los billetes de 500 han encontrado en España su Eldorado particular. ¿Cómo lograr que este dinero aflore? La idea de Cayo Lara parece sencilla (aunque habría que estimar su coste).
A semejanza de cuando entró en vigor el euro, en que hubo que cambiar las pesetas, francos, marcos, etc. a euros, Cayo Lara propone cambiar de color los billetes de 500 euros. Que haya que cambiar los viejos por los nuevos en un período relativamente corto de tiempo, y que pasado éste, los viejos sólo sirvan para empapelar la habitación de los niños. La idea, de simple, parece mentira que no se le haya ocurrido antes a nadie. El problema es que el período no puede swer muy corto, y habría que estimar el coste de la medida en relación al beneficio por el dinero aflorado. Pero en un contexto de crisis en el que lo que falta es dinero, quizás ideas de este tipo deban ser tenidas en cuenta no como boutades sino como posibles soluciones a males endémicos como es el dinero negro en España...

lunes, 30 de marzo de 2009

Obama Vs. Premios Nobel

En los últimos días no deja de discutirse en la prensa el alcance de las medidas que los gobiernos están tomando contra la crisis financiera, económica, social... Todos los gobiernos están en entredicho.
Pero es muy representativo de lo difícil que es afrontar la tarea de gobierno el caso del nuevo Presidente de los EE.UU., Barack Obama. Llegó en loor de multitudes, el salvador de la economía y el renovador del "american way of life". Bueno, pues a menos de dos meses de su llegada al poder, ya se discute su figura y lo que es más importante, dos de los más prestigiosos Premios Nobel de Economía de los últimos años, Paul Krugman y Joseph Stiglitz, ponen en entredicho el Plan del equipo Obama, el llamado Plan Geithner (del Secretario del Tesoro de los EE.UU.).
Es muy significativo leer en la prensa lo que dicen estos dos gurús de la economía. Pero lo más significativo son los titulares que la prensa destaca de sus palabras.
Stiglitz dice que el Plan es un robo a los contribuyentes, lo que a un votante americano no le dejará precisamente tranquilo, y si el votante es republicano, directamente le pondrá colérico y con ganas de guardar su dinero debajo del colchón, para que no se dedique a la compra de activos tóxicos ni a películas como las que veía el marido de una ministra inglesa a costa de sus dietas con dinero público (no eran de arte y ensayo). (http://www.expansion.com/2009/03/24/economia-politica/economia/1237904416.html ) .
Krugman dice que lo peor del Plan del Secretario del Tesoro es que casi con total seguridad no va a funcionar, lo que acabaría con el crédito político del Presidente americano. Si su crédito se acaba tan pronto, y la locomotora americana no empieza a tirar del tren de la economía mundial, es quizás hora de echarse a temblar. http://www.elpais.com/articulo/economia/desesperante/politica/economica/elpepueco/20090324elpepieco_3/Tes

Desde luego, ha habido otros analistas que nah aplaudido el Plan Obama. Pero esto demuestra que gobernar es difícil. Hacer declaraciones, lograr titulares, lograr ilusionar es relativamente fácil, sobre todo en un país que pasó con Bush de un superávit fiscal heredado de Clinton a tener el mayor déficit público en décadas. Pero lograr el éxito en las actuaciones de gobierno no es tan fácil. Los enemigos acechan esperando el menor error, titubeo... Los críticos, dispuestos a criticar cada medida que no vean clara. Y los partidarios, esperando soluciones, si éstas no se dan, pronto se verán decepcionados. Tempus fugit.

Ya hay salida a la crisis (¡Viva la estadística!)

Ya tenemos solución a la crisis, aunque va a tardar dos o tres años.
En la U.E. se han dado cuenta de que la economía ilegal también cuenta. Habrá que cambiar obligatoriamente la contabilidad nacional de todos los países miembros para incluir actividades como la prostitución, el contrabando y el tráfico de drogas en el cálculo del P.I.B. Se prevé la fecha de aplicación de la medida para 2011 o 2012.
Algunas estimaciones sitúan el valor de estas actividades ilegales entre un 2 y un 3% del P.I.B. O sea que, una vez que se incluyan estas actividades, el volumen del P.I.B. de los países miembros subirá en torno a ese porcentaje. Aunque en países como España o Italia la subida sería mayor, pues son países con gran cantidad de economía sumergida. La mafia siciliana, en el P.I.B.
Yo me pregunto: una actividad prohibida, se supone que perseguida, ¿cómo se valora? Esto es la hipocresía elevada al cubo: prohíbo el tráfico de drogas, de personas, prohíbo vender sin hacer factura, prohíbo pagar 200.000 euros por un piso y escriturar por valor de 150.000... pero luego hago como que sé que todo eso existe, lo valoro, y así el P.I.B. sube que da gusto.
Puestos, mejor hacer otra cosa: permitir todo. Ya que están en el P.I.B., dejar que las actividades de prostitutas, contrabandistas, camellos, etc. sean con factura, aplicando el I.V.A. correspondiente. ¿Cuántos ingresos tendría el Estado con un alijo de cocaína de 3 toneladas, valorado a precio de mercado, y con su I.V.A. correspondiente?
Aporto otra idea para hacer que el P.I.B. suba: meter, por fin, el valor de lo que trabajan las amas de casa, a precios de mercado. Doce horas o más de trabajo al día, al precio al que lo haría una inmigrante sin papeles, que tampoco figura en el P.I.B. actual; seguro que en dos años estamos con un P.I.B. por encima del de China y EE.UU. juntos...