miércoles, 13 de mayo de 2009

¿Compramos vivienda o alquilamos?



Hace ya algunos años que empezó a plantearse en España la disyuntiva de si era más conveniente comprar una vivienda o alquilarla.
La discusión hace 30 años era distinta. Los tipos de interés eran muy altos, no como ahora, y mucha gente compraba tras años de ahorro, en los que estaba de alquiler. Otros compraban mediante una hipoteca, pero no era un tipo de préstamo tan corriente como lo es hoy en día, en que es casi imposible comprarse un piso sin pasar por el banco. Lo realmente diferente con respecto a ahora es que la proporción de renta que se llevaba la compra de un piso era pequeña en comparación con lo que en la actualidad tiene que dedicar una pareja media para adquirir su vivienda. Me decía un día una vecina que, cuando ella y su marido compraron su piso hace 32 años, la compra les supuso más o menos lo que ganaban anualmente. Unos años después, para la misma pareja, esa compra supondría pagar el sueldo de un trienio (de las dos personas).
Con la enorme subida de precios que tuvieron los pisos en el decenio 1997-2007, la discusión renació. Muchos empezaban a abogar por volver al alquiler. Era impensable que se pagasen, por ejemplo, 1.500 euros al mes por una hipoteca cuando se podía alquilar un piso similar por 900 euros mensuales. Los que no opinaban lo mismo respondían que con los 1.500 euros pagados, el piso sería propiedad del comprador (tras 20, 30, 40 y hasta 50 años de pago de hipoteca; casi que esos 50 años y un día equivaldrían a una "cadena perpetua": el piso nunca será tuyo, será de tus hijos que lo acabarán de pagar), mientras que los 900 euros al mes pagados por el alquiler serían un dinero perdido. Si al menos existiese algo similar al leasing de pisos, en que el pago realizado sirviese para minorar el precio final de compra en caso de que ésta se hiciese...
Tras el derrumbe del mercado de la vivienda, son cada vez más las voces que abogan por una vuelta al mercado del alquiler. El gobierno, a través de su Ministra de Vivienda, es uno de los promotores de este retorno. Se aduce, entre otros argumentos, que España es el país europeo en el que más gente tiene vivienda en propiedad, cuando el porcentaje, por ejemplo, de alemanes que vive de alquiler es mucho mayor.
Habría que discutir mínimamente este último argumento. En España es verdad que la gente compra más (aunque habría que contar con el hecho de que, como país eminentemente turístico, hay mucha segunda vivienda en propiedad, tanto de españoles como de extranjeros). Pero existe un sesgo importante: debemos ser el país en el que la gente, con diferencia, más tarda en irse de casa de papá y mamá. Ahí surge una diferencia importante. Mientras que un inglés o un alemán joven se van antes de casa, con lo que suelen alquilar su vivienda por falta de posibilidad de compra, el mismo joven españolito está muy contento en casa de sus padres, esperando a comprar su piso cuando tenga 35 años, porque con los sueldos mileuristas españoles, y las ganas de fiesta que tenemos, la verdad es que es difícil comprar el piso.
Yo voy a justificar la razón por la que creo que, en general, es primordial COMPRAR nuestra vivienda, y no vivir toda la vida de alquiler.
Está claro que es duro tener que sacrificar los mejores años de nuestra vida (cuando somos más jóvenes, quizás tengamos pareja y la falta de hijos nos permita viajar, la llegada de posibles hijos y sus ilusiones...) pagando una hipoteca que suele llevarse una buena parte de nuestras ganancias. Pero también está claro que, cada año que pasa, y salvo catástrofe en forma de subida galopante de los tipos de interés, la cuota mensual de la hipoteca suele llevarse cada vez una parte menor de nuestra renta disponible. Si aguantásemos esos 30, 40 años pagando la hipoteca, nos daría la risa al final de la vida del préstamo. Como el que recuerda lo que ganaba hace 30 años, o como cuando yo les digo a mis hijas que iba al cine con 25 pesetas en el bolsillo hace 35 años. El banco, a partir de la mitad de la vida de la hipoteca, se suele poner nervioso. Como pagamos por el sistema francés de amortización de préstamos, al principio pagamos muchos intereses, y muy pocos al final. Y si alargamos el préstamo en vez de amortizar anticipadamente, el banco empieza a perder rentabilidad en la operación. Por ello, sospechosamente, siempre empiezan a mandar cartas ofreciéndonos amortizar estos préstamos cuando ya no les interesa seguir con ellos (yo recomiendo esperar hasta el último día...).
Sin embrago, los alquileres, pasada la ley aquélla de los arrendamientos urbanos antiguos, en que no se podían subir éstos más que miserias, y así había gente pagando 1.000 pesetas por pisos en pleno centro de León en el año 2.000, no dejan de subir. Si hoy pagamos 600 euros por un alquiler mensual de un piso, no dudemos que, en 30 años, ese alquiler costará más de 1.500 euros.
¿Y cuál es el principal problema? El de la entrada prometida y demorada: nuestra pensión. La mayor parte de la gente, salvo privilegiados como Corcóstegui, que salió del BSCH "jubilado" con 100 millones de euros, pierde poder adquisitivo al jubilarse. El día antes de jubilarse ganaban 100 y al día siguiente pasan a ganar 70. Si tienen la suerte de haber acabado de pagar su piso, eso supondrá que la pensión mensual quizás les llegue para vivir módicamente (eso si los hijos no siguen estudiando o no los sacan de casa ni los GEOS...). Pero... ¿y si han vivido toda la vida de alquiler? Sólo les salvará si han dedicado la diferencia de pago al ahorro seguro (y recordemos que los fondos de inversión dan alegrías y también provocan suicidios) para complementar su pensión. Pero si no ha sido así, tendrán que dedicar su pensión, que quizás no será muy "alegre" en el futuro y que sólo se actualizará al I.P.C. como máximo, a sufragar gastos crecientes, con un alquiler de la vivienda que puede crecer a veces a mayores porcentajes y con la inseguridad de seguir en el mismo piso o tener que cambiar, pagando la diferencia a otro quizás mucho más caro, porque la ley no nos asegura hoy en día que podamos estar toda la vida en el mismo piso alquilado.
Eso sí, cuidado con lo que se hace: con el euríbor en mínimo histórico, el que compre hoy en día tiene que tener claro que a no mucho tardar, su cuota mensual tiene que subir, en algunos casos hasta 200 y 300 euros al mes. Por tanto, una recomendación: nunca hay que endeudarse hasta el cuello, podemos perderlo. Siempre hay que endeudarse como mucho en un 30-35% de la renta cuando se está en tipos tan bajos, porque en cuanto éstos suban, ese porcentaje subirá al 40, 45 y más. Y ahí empiezan los problemas...

11 comentarios:

  1. Comienzo a preocuparme, profesor.
    Las coincidencias en nuestra manera de analizar situaciones me hacen pensar que uno de los dos está equivocado.
    Y sin embargo, tu análisis, en contraposición con otros anteriores, está bien estructurado. Parte de unas premisas claras y correctas y llega a unas conclusiones reales y razonadas.
    En fín, tendré que leerlo de nuevo. Seguro que algo se me ha colado y no me he dado cuenta

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  2. Me alegra que coincidas conmigo, Kikás. Eso es que poco a poco vas entrando en razón ;-).
    Todo lo argumentado, en el fondo, tiene sus puntos discutibles, pues un análisis más profundo debería contar con muchas más variables (pero ya sabes que los economistas están acostumbrados a trabajar con pocas variables, que hay que descansar un poquito. Por eso se inventaron eso del "ceteris paribus", tener en cuenta que varía una variable permaneciendo las demás constantes, cosa que, como todos sabemos, sólo pasa en los cuentos de caperucita y el lobo).
    Un punto posible de discusión es si interesa comprarse una casa con esa barbaridad de hipotecas a 50 años. Una hipoteca así firmada se acabará de pagar tras años de jubilarse. Pero si esa es la única forma de comprar en ciudades como Madrid, Barcelona o San Sebastián... Lo cierto es que si la hipoteca cuesta 1.300 euros al mes ahora, en 40 años esos 1.300 euros (ya digo, salvo catástrofe en forma de subida exagerada de tipos) serán calderilla. Sin embargo, el alquiler que ahora nos cuesta 800 euros quizás en 40 años cueste 2.500, y ahí reside la diferencia.
    Otro posible fallo es la cuestión de la capitalización del dinero sobrante. Si la hipoteca de 1.500 euros la sustituimos por un alquiler de 900, nos quedan 600 euros sobrantes. Tendremos que sacrificarlos de todos modos (o sea que no nos van a servir para ir al Caribe) si queremos compensar la pérdida de poder adquisitivo al jubilarnos. Invertir esos 600 euros mensuales para obtener una rentabilidad. Pero aquí viene mi "pero": lo primero, poca gente es capaz de hacer esto. Si se gasta 900 en el alquiler, los 600 euros sobrantes suele invertirlos en tener un mejor nivel de vida (ahora) olvidando el futuro (quizás no haya futuro, ya lo dijeron los Sex Pistols en 1977, No future). Y por otro lado, estamos acostumbrados a los sustos en eso de la inversión: fondos "Madoff", hundimientos de la Bolsa, quiebras de sociedades de inversión... Si no, que se lo digan a los trabajadores del antiguo Instituto Nacional de Previsión, lo que luego se convirtió en el INSS. Durante toda su vida laboral cotizaron a una mutualidad para complementar su futura pensión. Cuando llegó la jubilación de muchos, hace ya 20 años, esa mutualidad desapareció... y sus fondos de muchos años de trabajo. Por eso, no me creo yo mucho esto de ir ahorrando los 600 euros, porque a lo mejor acaban evaporándose como una brisa primaveral.
    De todos modos, es un tema discutible, aunque veo que te vas quedando poco a poco sin fuelle frente al profesor... ;-)

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  3. Dado que este blog pretende ser un punto de encuentro académico, me cortaré tres pelos ante algunas afirmaciones gratuitas que haces.
    Sí que estoy desanimado, pero de eso no tiene la culpa tu desbordante verborrea, sino tu paisano ZP y su manejo de la crisis
    Menos mal que tus hijas podrán pedir la píldora del dia despues sin receta y sin que te enteres. Como somos de la cofradia del buen rollito, y la actual irresponsable de economia antes pasó por Sanidad, cuidaremos mucho de su salud y mientras van andando a la farmacia les prohibiremos que echen un par de caladas a un winston, ¡que hasta ahí podríamos llegar!

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  4. Hay mucha gente que piensa en España que tener vivienda propia es un derecho constitucional. En realidad, tener vivienda propia es un lujo asiático, algo que debería, por lo tanto, estar reservado a los ricos.

    El problema es que muchas personas en España, que pertenecen a la clase media y por lo tanto no son ricos, quieren vivir como ricos. Pero eso tiene un precio. Si quieres tener vivienda propia, como los ricos, tienes que contratar una hipoteca (a los precios actuales, que son la consecuencia de la creencia de que la vivienda propia es un derecho constitucional y de los bajos tipos de interés) a veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años, lo que puede suponer, en caso de que vivas (y obtengas renta por un período tan largo) que tengas que pagar en intereses el equivalente al 50%, 100% o 200% del valor de la vivienda. Un precio caro por jugar a ser rico.

    Además, en general, se puede alquilar por una porción que oscila entre el 70 y el 40% de la cuota de hipoteca para comprar la misma vivienda. Otra demostración de que nuestro mercado inmobiliario es claramente especulativo, por lo que no es lugar para inversores.

    El mercado especulativo de la vivienda en España existe por dos razones:

    1. La ausencia de tejido productivo en España que pueda proporcionar rendimientos semejantes a los que se obtiene con la vivienda (crisis inmobiliaria incluida).
    2. El sesgo que hay en favor de la compra (por razones sentimentales y fiscales) en contraposición al alquiler. Este es un desequilibrio contínuo en favor de la compra alimentado por los poderes públicos y los bancos, los primeros para generar impuestos a través del Impuesto de Transmisiones y las licencias de obra nueva, los segundos para obtener intereses. La crisis inmobiliaria actual ha ocurrido porque el desequilibrio era tan grande que un gran porcentaje de españoles llegaron a una situación en la que sería imposible para ellos comprar la casa en que habitaban si tuvieran que comprarla de nuevo.

    A poco que todos los compradores de vivienda compraran con el criterio de un inversor y no de un especulador, se produciría un equilibrio razonable en el mercado. Un equilibrio en el que la opción de compra (por oposición a alquiler) se produjese a un precio tal que el alquiler que se podría obtener de esa vivienda menos los gastos que el alquiler ocasiona, pudiera cubrir la cuota fija de la hipoteca necesaria (a un tipo de interés sostenible, por ejemplo, del 6%, y no a un anormalmente bajo del 2%) para comprar esa casa y no a un precio dos, tres y más veces superior a éste, como ocurre actualmente.

    Lo que quiero decir, por lo tanto, es que en mi opinión el precio de la vivienda debería caer aún mucho hasta que este equilibrio se alcance. Mientras esto ocurra, mi respuesta a la pregunta que titula esta entrada es otra pregunta: ¿eres rico? y si la respuesta es no, alquila.

    En otro comentario, cuando tenga un rato incluiré algunas medidas que se me ocurre que podrían utilizarse para reducir el precio de la vivienda.

    Un abrazo.

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  5. La pena, Ángel, es que la gente juegue a ser rica... para tener luego que vivir como pobres. Falta mucha educación económica en España, y sobra mucho aparentar. Mi mujer, como la tuya, nació y se educó en un país algo más razonable en este asunto. Mi mujer me decía una vez, en uno de nuestros múltiples viajes en coche hacia París: "fíjate en la diferencia entre los coches españoles y los franceses. En España, por la autopista te cruzas con un montón de BMW, Audi, 4x4 de lujo o Mercedes. Y no puede ser que haya tanto rico. Sin embargo, una vez entras en las autopistas francesas, baja mucho el nivel del parque automovilístico, y eso que el nivel de vida es aún más alto en Francia". Y tenía toda la razón.
    Todavía recuerdo una anécdota del trabajo. Una compañera, soltera ella, ya pasada la cuarentena, decidió comprar piso. Hasta entonces, salía mucho con compañeros jóvenes, de ésos que pueden permitirse salir a todas horas, porque no tienen toque de corneta a hora temprana (se llaman hijos pequeños). Se encaprichó con un piso grande (para una persona), en buena zona y nuevo. Pagó ya en el año 2002 como 280.000 euros. Ella sola. Y claro, piso precioso, grande... pero desde entonces sólo quedaba muy de vez en cuando a tomar un café, nada de cenas y copas, porque no le llegaba. Yo a eso le llamo de una manera, pero no quiero ofender (aunque sea a una persona anónima).
    Yo creo que hay que comprar, pero cada uno dentro de sus posibilidades, sin volverse loco. Yo tuve claro que mis prioridades eran poder vivir holgadamente, poder viajar... Y me compré un piso de 30 años que arreglé, tuve que pedir el 100% de la hipoteca, no me fui a vivir al centro, es grande y tiene mucha luz... Y con los tipos más altos de los últimos tiempos, pagamos un 14% de nuestra renta neta. Cuando renovemos hipoteca, en agosto, espero pasar a pagar (con este euríbor que nos está quedando diminuto, más un 0,45%)menos del 10% de nuestra renta neta mensual. Si todo el mundo hiciera o pudiera hacer lo mismo, está claro que comprar debería ser la decisión. Pago ahora 150 euros más que unas chicas estudiantes que tienen alquilado un piso en la puerta contigua. Está claro que así merece la pena comprar. Y en agosto, me temo que ellas van a pagar más por el alquiler que lo que vamos a pagar nosotros por la hipoteca.
    Y lo de que el mercado de la vivienda está inflado y todavía debe caer más, lo sabe hasta el más tonto del pueblo. Pero los promotores son los hermanos tontos del tonto del pueblo. Se creen que en un par de años, en cuanto la crisis pase, volverán a forrarse a precio por las nubes. Y yo creo que para que eso vuelva, tendrán que pasar algo más de 2 añitos...

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  6. Las prioridades de la gente son únicas e intransferibles.
    Seguramente a tu compañera salir de cena y copas le causa menos placer que disponer de su propiedad. Otra cosa es que tú y yo estemos de acuerdo en esa libre elección de satisfacciones.
    Con respecto a lo que apuntas de los coches en Francia, es que me lo pones a huevo. Allí no se estilan los BMW, Mercedes o Audi, sino los Citroen, Peugeot o Renault...y no me hagas decir por qué

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  7. Kikás, en Francia se compran más coches franceses, es verdad, igual que aquí se compra mucho SEAT. Pero el nivel medio de coche, si en francia es de 15.000 euros, aquí es de 20.000, y eso que cobramos menos. Hasta el Salario Mínimo Interprofesional de Francia es de más de 1.200 euros (eso algunos no lo cobran aquí ni por hacer 10 horas al día de mileuristas JASP). Y sin embrago, se gastan menos dinero en coches. Y no encuentras tanto 4x4, que aquí parece que todo el mundo es Hillary (el del Everest, no Clinton). Simplemente, aquí nos gusta mucho figurar.
    Eso por no hablar del parque automovilístico que te puedes encontrar en la Universidad. Hace 25 años, apenas había coches de profesores y algún privilegiado. Ahora no hay aparcamiento libre, y todo lleno de coches de primera mano relucientes y Golfeantes (no me hagas recordar el nivel de tu parque automovilístico de hace 25 años, no me digas que era del mismo nivel...). A mi sobrino, por poner un ejemplo, le compraron cuando sacó el carnet un Golf nuevo y automático... por si al pobre se le calaba el coche y tenía un accidente. No me digas que esto pasa en otros países porque no me lo creo. Es más, hace 25 años yo dije la frase: "Quiero sacar el carnet". Respuesta: "ahorra". Y acabé ahorrando con 30 años. Hoy en día le respondes lo mismo a un chaval, y te denuncia por maltrato psicológico.

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  8. Te van a mandar al fiscal de menores cuando tus alumnos entren
    Ya te avisé
    ¿Y que tenías tu en contra de mi parque automovilístico hace 25 años?

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  9. Simplemente, tu parque automovilístico (coche + moto) hoy en día un chaval no lo querría ni para montar un museo. pero en aquel entonces, eras un privilegiado y todo. Otros íbamos a patita...
    Y tranquilo con el fiscal de menores. Aquí lo único que se hace constar es que ahora no ya los adolescentes, hasta los que a lo mejor ya han votado en más de unas elecciones, están un poco mimados. Se acostumbraron a que de pequeños no les dijeran nunca que no, y claro, cualquiera les dice que no el día que pidel el Golf.
    Conozco alguien que hizo lo que yo creo que hay que hacer. Iba a cambiar de coche, un BMW de unos 10 años, por otro coche nuevo. El del concesionario, conocido, le dijo: "Por lo que te voy a poder dar por el coche, que está bastante bien, yo creo que mejor se lo dejas a tus hijos". Él respondió: "este coche me lo compré yo tras más de 20 años de trabajo. Que ellos hagan lo mismo". Eso no es maltrato, aunque alguno lo considere...

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  10. Definitivamente, tú y tu amigo, al fiscal de menores
    (Y yo que creía que esa vespa matrícula de Jaen, con no se cuantos cientos mil kilómetros, de octava mano, que me compre despues de una dura temporada vendimiando en La Rioja no era nada glamourosa)
    Por no decir nada de mi fabuloso coche, Citroen Mehari, que se caia a pedazos pero que las manos del hermano de Loyola de Palacio, que tenía un taller mecánico, me lo adecentó hasta el extremo.
    Mis suegros siempre pensaron que yo no era merecedor de los cariños de su hija. Aun hoy creo que lo siguen pensando...

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  11. Vespa + Mehari + Novio de nuestra hija = España del pelotazo. Si es que no se puede andar por ahí con ese parque automovilístico enamorando, que una corre peligro de ganar suegros y suegras...

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