En los últimos días no deja de discutirse en la prensa el alcance de las medidas que los gobiernos están tomando contra la crisis financiera, económica, social... Todos los gobiernos están en entredicho.
Pero es muy representativo de lo difícil que es afrontar la tarea de gobierno el caso del nuevo Presidente de los EE.UU., Barack Obama. Llegó en loor de multitudes, el salvador de la economía y el renovador del "american way of life". Bueno, pues a menos de dos meses de su llegada al poder, ya se discute su figura y lo que es más importante, dos de los más prestigiosos Premios Nobel de Economía de los últimos años, Paul Krugman y Joseph Stiglitz, ponen en entredicho el Plan del equipo Obama, el llamado Plan Geithner (del Secretario del Tesoro de los EE.UU.).
Es muy significativo leer en la prensa lo que dicen estos dos gurús de la economía. Pero lo más significativo son los titulares que la prensa destaca de sus palabras.
Stiglitz dice que el Plan es un
robo a los contribuyentes, lo que a un votante americano no le dejará precisamente tranquilo, y si el votante es republicano, directamente le pondrá colérico y con ganas de guardar su dinero debajo del colchón, para que no se dedique a la compra de activos tóxicos ni a películas como las que veía el marido de una ministra inglesa a costa de sus dietas con dinero público (no eran de arte y ensayo). (
http://www.expansion.com/2009/03/24/economia-politica/economia/1237904416.html ) .
Desde luego, ha habido otros analistas que nah aplaudido el Plan Obama. Pero esto demuestra que gobernar es difícil. Hacer declaraciones, lograr titulares, lograr ilusionar es relativamente fácil, sobre todo en un país que pasó con Bush de un superávit fiscal heredado de Clinton a tener el mayor déficit público en décadas. Pero lograr el éxito en las actuaciones de gobierno no es tan fácil. Los enemigos acechan esperando el menor error, titubeo... Los críticos, dispuestos a criticar cada medida que no vean clara. Y los partidarios, esperando soluciones, si éstas no se dan, pronto se verán decepcionados. Tempus fugit.
Cuando ganó las elecciones Obama me acordé de la película "The Candidate" con Robert Redford y me imaginé a Obama diciéndole a su jefe de campaña tras las fiestas de su victoria: "And now, what?".
ResponderEliminarQuienes esperan que este hombre redima a toda la humanidad y levante el mundo entero en andas se va a sentir muy decepcionado muy pronto. Con suerte, reducirá algunas décimas el déficit público estadounidense, lo que ya sería un triunfo teniendo en cuenta el ritmo con el que crece actualmente.
Eso sí, existe una diferencia entre Obama y los Premios Nobel: el primero ha asumido la responsabilidad de intentar algo. Los otros, como críticos que nunca aprendieron a pintar, se limitan a dar por el saco sin aportar soluciones.
Sé que el Sistema está montado así pero, demasiados analistas que se han columpiado todo lo del mundo y sus empresas siguen siendo las que conceden los ratings porque nadie se fia si no es así
ResponderEliminar¿Quien controla al controlador?
Una vez identificadas las causas es una crisis de confianza con lo que está bien todo lo que haga que Obama insufle esa confianza en el Sistema.
Y lo insufla, en el Pais del Capitalismo, poniendo la proa contra los Directivos incapaces que además quieren cobrar los bonos del contribuyente, por ejemplo.
Aquí será un poco más difícil por las características específicas de nuestra crisis (Caja de Castilla La Mancha mediante, que ahora parece que es de puta madre que te intervengan. No sé que hacen Botín y el BBVA que no están exigiendo al Banco de España que les intervengan)por más que ese Leones insigne y de pro (Lo siento, profesor, no es usted)se empeñe en que desde Marzo vamos a tirar para arriba.
Y yo me pregunto, ¿de qué año? ¿Y el de la confianza en España ha de ser usted? Porque ya soy muy mayor, y los Reyes Magos son los padres
Lo que más me gusta de Obama es que, al menos, parece que quiere cambiar de modelo, busca por fin las energías renovables, hacer los coches menos contaminantes... No recuerdo las cifras exactas, pero es llamativo que un país con menos de un 5% de la población mundial produzca contaminación y residuos como si fueran el 45%. Y eso sí es inviable.
ResponderEliminarEn cuanto a la confianza, cuando las noticias son malas, no hay nadie que la insufle. En los malos momentos estamos más dispuestos a creer al portero de casa si nos cuenta que van a cerrar el 20% de las empresas de la ciudad, que si el ministro o el presidente de la federación de empresarios nos dicen que se va a empezar a salir de la crisis. La gente no gasta por miedo a lo que pasará, si perderá su trabajo...
Y lo peor: el pánico financiero. Que la gente empiece a sacar su dinero de las entidades financieras... y entonces no habrá que sanear una, sino 100. Los bancos basan su negocio en que si tú metes allí 100 euros, ellos acaban prestando e invirtiendo prácticamente 99 (y en CCM, 120), con lo que una salida de fondos no esperada porque bastantes clientes sacan de allí su dinero provoca la debacle. No tienen el dinero para pagar. Ya está, a intervenir. Si es que es tan fácil...